El proyecto implica una inversión cercana a los US \$220 millones y considera un plazo de construcción de tres años a partir de los inicios de los trabajos.
La rentabilidad del transporte propuesto por la Cámara es de 6,7%, mientras que el de la Línea 7 (Renca - Las Condes) es de 7%. Por lo que no hay ninguna razón técnica por la que uno pueda decir en Concepción no, pero Santiago sí.
Su presidente, Felipe Schlack sostuvo que es una alternativa de transporte eficiente y amigable. Alcalde Álvaro Ortiz aseguró que solo falta voluntad política para que la zona pencopolitana cuente con uno subterráneo.
Desde la década de 1990, con el aumento de la densidad de la población nacional, ha resurgido la necesidad y compromiso de crear sistemas de transporte ferroviario a nivel nacional, comenzando un proceso de financiamiento para la rehabilitación de vías y compra de nuevos equipos.