Deportista y estudiante de medicina de la USS, supera obstáculos y destaca a nivel universitario. “Sueño con llegar a una selección”, dijo quien lleva la "3" en su equipo.
El alumno de Cuarto Medio del Colegio San Agustín de Concepción es un vivo ejemplo de lo que es crecer en el deporte escolar. Desde pequeño, se entregó al hándbol hasta convertirse en pieza fundamental de los tres títulos consecutivos de su colegio en el torneo estudiantil.
Partió en el balonmano cuando estaba en el colegio y lo dejó por un tiempo en la enseñanza media, y al entrar a la universidad. Una etapa que, al recordarla, asegura que “me da pena”, pues volvió, fue seleccionada y ahora no se imagina su presente y futuro lejos de esta disciplina.
Con apenas 16 años, el espigado jugador del Colegio Almondale Lomas se alza como uno de los mayores proyectos del hándbol regional. Campeón nacional reforzando al Pinares, ha sido capitán de la selección chilena sub 14, en un camino que aspira lo lleve a la adulta.
Entre los deportes que son parte de la agrupación, es uno de los más nuevos. Y más allá del entusiasmo que existe, y que varias casas de estudios ya tienen elencos femeninos y masculinos, lo cierto es que hay dos aspectos claves para tener mayores avances: una competencia más regular y estable y mejorar en relación a las canchas.