Los espectáculos deportivos suelen verse empañados por gente que es el de agrado de muy pocos, pero que cada vez más se adueñan del protagonismo. Y las soluciones son solo parches, que en muchos casos siguen alejando a la familia del estadio.
El advertir no es sinónimo de certeza; pero si ocurre, el pronóstico fue correcto; si no, la advertencia ante la catástrofe tuvo efecto.