Esto se viene germinando lentamente, desde hace mucho tiempo, entre quienes nunca han sido considerados para nada, quienes son mirados con desdén por todos los que tienen acceso al poder y privilegios de un sistema excluyente.
Quizás la ira llevada a la calle sea reflejo de una geografía caracterizable por su desborde, no sólo geográfico sino social.