Esta emergencia sanitaria nos da la oportunidad para seguir transformando el mundo del trabajo en uno inclusivo.
O tal vez peor, nos vamos a acostumbrar y naturalizaremos la existencia de abusos y malos tratos a los niños marginados e internados.
Debemos exigir que, posterior a la crisis, el Gobierno deba dar cuenta de cómo se usaron los recursos para la emergencia.
Es de real relevancia la educación alimentarianutricional que el nutricionista está destinado a liderar en estos tiempos.