No dimos el ancho, cosechamos el individualismo extremista que sembramos durante años.
“No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo.” Epícteto
De enorme importancia también es que vayamos estableciendo formas sanas de vincularnos, aprendiendo cómo ser empáticos frente a la realidad del otro, buscando formas de autocuidado y, si nos es posible, mostrando nuestra disponibilidad de auxiliar a quién lo necesita.
68 años de un sueño femenino en una Universidad con inclusión femenina desde su fundación.