Somos muchos también los que conociendo el problema “nos hacemos los lesos”, y en nuestra apatía podemos convertirnos en cómplices o incluso responsables del problema.
En una actitud bastante paternalista se intenta justificar, y no sólo comprender, estas conductas disruptivas que lesionan o ponen en riesgo a otros.
Bienvenidos todos y todas a pensarnos juntos y en público, levantar los pilares de una democracia que escuche, incorpore al abanico de miradas y sea capaz de buscar los equilibrios suficientes entre urgentes expectativas con las exigencias de una legítima participación ciudadana.