Los bajos montos de las pensiones pagadas por el sistema de AFP han llevado a plantear soluciones de diversa naturaleza y unas más extremas que otras.
Hay que tomar la oportunidad que tenemos de repensar como queremos ser, no desde la nada, sino tomando en consideración toda nuestra historia.
Ese Chile sin voz, que parece ausente en medio de un clima de radicalidad y polarización es al que le corresponde ponerse de pie y en marcha el día 26.
Hoy enfrentamos un déficit imprevisto, que pone en riesgo la sostenibilidad del Hogar de Cristo.