Si el 8 de marzo de 2020 fuimos dos millones las que hicimos nuestro el anhelo de igualdad, este año debemos sumarnos a la huelga general feminista para luchar, generar conciencia, romper el silencio y gritar ¡No más precarización laboral, personal, social; no más Estado patriarcal! Justicia. Por ti, por mí, por todas.
Debemos refundar Chile para establecer una sociedad con estas características. Que impulse y consolide la integración latinoamericana, la defensa irrestricta de los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos.
La señal para Chile es clara: antes de cosechar, hay que sembrar. Cosechar permanentemente elimina incentivos para sembrar.
Se debe garantizar “vivir en un ambiente libre de contaminación y que respete la historia de la persona humana y la historia colectiva de todas las personas del respectivo territorio”.
La proximidad es el eje del bienestar urbano. Que todo lo que necesites esté a 15 minutos: Tu casa, el trabajo, las compras, el desarrollo de tu cuidado físico y mental, el lugar donde te educas y donde disfrutas.