
Si bien es cierto que las habilidades de lectura y creatividad para resolver problemas de los estudiantes chilenos están entre los más bajos de la Ocde, se reconoce que Chile se desempeña bastante bien en términos de participación ciudadana.
Sumergidos en la ciudad, se puede olvidar que la sabiduría popular, cargada de tradiciones y mitos está todavía plenamente vigente en el mundo rural, o en los sectores urbanos que ahora les acogen.
El factor de mayor impacto en el desempeño de los chilenos es, como era previsible, el nivel educativo. Pero también hay otros menos obvios, como el mejor desempeño en adultos cuyos padres tuvieron mejor educación.
Hay que recordar condiciones funcionales indispensables en esta suerte de pacto social; para empezar, que el cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Así, los derechos y deberes se integran correlativamente en toda actividad social y política del hombre.
La creencia que la electrónica amenaza a los buenos libros tiene venerables antecedentes, mutatis mutandis, lo que decían los coleccionistas de copias realizadas una por una, acerca de los primeros libros producidos en serie; sin calidad artística, de inspiración diabólica