Cualquier sistema de admisión futuro seguirá necesitando de pruebas y otros antecedentes, salvo que no se discrimine más que mediante el fracaso de los menos aptos en los estudios superiores, a todo costo, para ellos y para el Estado.
La pérdida de fe solía ser, hace algún tiempo, una crisis religiosa. Una merma de profundo significado sobre todo para niños educados cristianamente, los cuales mediante el contacto con las malas juntas eran desviados del recto camino.
Las regiones tienen ante sí una amenaza: la de ser desplazadas, pero también una oportunidad, la de introducir cambios sustantivos en su propia realidad, requisito para satisfacer las necesidades emergentes del mercado en expansión.
¿Qué pasa con miles de niños en los centros del Sename, o fuera de ellos, que sufren las consecuencias de la violencia, maltrato, negligencia, soledad o abandono? Los hechos demuestran que los gobiernos han subestimado el problema, y el hecho de que no existan suficientes datos exactos da cuenta de ello.