Con las prisas de la modernidad parecen haberse olvidado algunas virtudes fuertemente custodiadas por siglos, aunque por sus dificultades de cumplimiento han sufrido indiferencia y olvido, pero que resultan ser, si se les examina reflexivamente, lecciones perfectamente aplicables a acontecimientos recientes, cuando se observa el resultado de la ausencia de estas viejas virtudes cardinales, mediante las cuales se aseguraba llevar una vida conforme al buen juicio, a obrar correctamente.
Es imperdonable la violencia que se ejerce en contra de la universidad, justamente en uno de los sitios donde debe predominar la fuerza de la razón, en una institución cuya esencia es el cultivo del espíritu, libremente, donde debería ser y ha sido posible enfrentar ideas, no importa cuán disímiles, en busca de un punto de equilibrio razonado que puede
Falta el apoyo y la colaboración de la ciudadanía, la misma que se verá beneficiada con espacios recuperados, eventual disminución de la delincuencia y, en suma, con una mejor ciudad.
Las familias y el profesorado están, algunos al menos, en dura lucha para limitar el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación por parte de los niños más pequeños, especialmente, el uso abusivo, que se ha posicionado como una de las principales causas de la aparición de nuevas enfermedades.
Hay bastante responsabilidad del Estado y de muchas empresas; acciones depredadoras que no fueron detenidas en su momento, brechas en la legislación que permiten abusar con la naturaleza... Pero también hay una responsabilidad grande en cada uno de nosotros.