La Región debe hacerse cargo de su desarrollo, con el compromiso de sus representantes en el nivel central para exigir las debidas y justas prioridades y materializar los frecuentemente aludidos factores potenciales.
En este impulso, nuestra región tiene mucho que aportar, siempre que las iniciativas emerjan desde sus autoridades, tenemos un paisaje variado y conmovedor, la posibilidad de capacitar un capital humano numeroso y conectividad perfectible.
Algo debe haber de inconveniente en los tiempos que corren cuando parece obsoleto o incluso retrógrado aludir a las buenas costumbres, de alguna manera parece reflejar una cierta ineptitud ser respetuoso y prudente, fuera del contexto de celeridad y olímpica indiferencia a las consecuencias inmediatas, se supone adivinadas y adecuadamente controladas por mentes preclaras inmunes al error.
La evaluación de los profesores es indispensable si se quiere avanzar hacia la calidad, en este crítico ámbito de la educación y en cualquier otro. Negarla, desvalorizar los instrumentos, quebrar los termómetros, son solo maniobras inútiles, intentos inválidos de negarse a la realidad que de un modo u otro termina por hacerse evidente.