Por décadas, la Plaza Perú fue reconocida como un ícono del urbanismo local. Sin embargo, en lo que va del siglo XXI, se ha hecho evidente su deterioro, que ha sido literalmente tomado por jóvenes, tanto como punto de encuentro obligado de las movilizaciones y en calidad de epicentro del "carrete" informal, para desgracia de los vecinos.
Hay un espacio considerable para el turismo como área productiva, pero no podrá alcanzar las cotas necesarias si no se transforman en un macro proyecto, el que a su vez requiere de una fuerte asociatividad entre los involucrados.
Ante la envergadura de las demandas y su diversidad, la ciudadanía tiene que hacerse parte. El ciudadano debe encontrar su papel para construir una mejor ciudad, desde la simple consulta, a su compromiso material en recursos y tiempo para tareas de común beneficio.
Pese a que la mayoría de los chilenos no cree que la situación económica sea buena, piensa que la calidad de la educación no ha mejorado en los últimos diez años y otorga bajos porcentajes de aprobación a su clase política, aun así se siente más feliz (69,4%) que infeliz (5,9%).