Un reportaje periodístico describe una de esa situaciones de manera bastante cruda, al tener el testimonio, de una profesora egresada hace 10 años de Pedagogía en Historia de una universidad acreditada y prestigiosa, quien confiesa estar arrepentida de haber estudiado.
La línea férrea sigue siendo una barrera, pero existen planes para soterrarla, al menos en parte. Ese desarrollo es indispensable para asegurar la conectividad de este nuevo sector con el centro histórico de la ciudad. Su proyección para el urbanismo de Concepción en el futuro cercano es enorme.
Con las prisas de la modernidad parecen haberse olvidado algunas virtudes fuertemente custodiadas por siglos, aunque por sus dificultades de cumplimiento han sufrido indiferencia y olvido, pero que resultan ser, si se les examina reflexivamente, lecciones perfectamente aplicables a acontecimientos recientes, cuando se observa el resultado de la ausencia de estas viejas virtudes cardinales, mediante las cuales se aseguraba llevar una vida conforme al buen juicio, a obrar correctamente.
Es imperdonable la violencia que se ejerce en contra de la universidad, justamente en uno de los sitios donde debe predominar la fuerza de la razón, en una institución cuya esencia es el cultivo del espíritu, libremente, donde debería ser y ha sido posible enfrentar ideas, no importa cuán disímiles, en busca de un punto de equilibrio razonado que puede