Nadie puede estar satisfecho con estos resultados, ni los electos, ni aquellos que se conforman con ver la derrota de sus oponentes. La verdad es que hemos perdido todos, todos aquellos que consideramos a la democracia como un bien supremo para Chile.
Es importante salir a votar, es uno de los actos más íntimos que tiene un ser humano en democracia. La abstención es debilitarla, si los candidatos no parecen satisfactorios el voto blanco lo expresa. La ausencia no muestra otra cosa que indiferencia.
Ingentes recursos invirtió el Gobierno en fomentar la participación en las elecciones de mañana. Políticos de todos los sectores han invitado -prácticamente implorado- a sus potenciales electores a concurrir a las urnas.
A diferencia de autoridades nacionales cuyas actuaciones podrían resultar distantes y de impacto por definir, las acciones de nuestros representantes locales tienen efectos próximos y sustantivos para nuestro devenir.