El 18 y 19 de junio del año 64 DC, Roma sufrió el mayor incendio de su historia. Casi tan rápido como las llamas, se esparcieron los rumores.
Se entendió la necesidad de inculcar en los colegios una mayor empatía por lo colectivo, a respetar al que piensa distinto, a fomentar el debate de ideas y la tolerancia, valores que, en la era de las redes sociales, parecen estarse perdiendo u olvidando.
Según la teoría de la evolución, de Charles Darwin, la especie evoluciona y mejora genéticamente a lo largo del tiempo. La muerte de ciertos individuos, causada por accidentes o conductas totalmente estúpidas, lo pone en evidencia.
Estamos acostumbrados a las malas noticias, compramos el diario, oímos la radio, encendemos el televisor, para tener nuestra diaria ración de malas noticias.
En diversas instituciones no se hace bien la pega, o no se hace, o se hace mal, poniendo como ejemplo la tragicomedia de los errores en la construcción del puente Cau Cau de Valdivia, el primero basculante de Chile, un enorme proyecto vial de \$16 mil millones.
El cartaginés Aníbal es un personaje muy interesante para pasarlo por el lado. Su nombre fue usado en la Roma republicana para asustar a los niños y hacer que comieran lentejas o lograr que se acostaran a sus horas.