Hay motivos más que suficientes para celebrar: logros importantes hacia el desafío permanente e inconcluso de ser más equitativo y justo, de tener un territorio con desarrollo armónico y de superar el centralismo sofocante.
No hay dudas de que el abandono escolar es uno de los mayores desafíos que deben enfrentar las comunidades educativas, además de las dificultades de aprendizaje derivadas del cierre de los establecimientos educacionales.
Si bien pareciera una medida exagerada, e incluso autoritaria, hay razones para suponer que podría haber excesos en las tradicionales celebraciones de septiembre.
Entre tantas cifras a que la ciudadanía es expuesta diariamente - principalmente en el actual contexto de pandemia- es importante recordar estos números que revelan una situación que no son de coyuntura, sino que estructurales.
Surge la inquietud si existe la real intención de fortalecer territorios o sólo se trata de llamativos eslóganes que buscan la adhesión de determinados grupos.
La aprobación de la iniciativa del Ejecutivo puede ser interpretada como una “voltereta” al juego político, tal como lo han denunciado incluso parlamentarios oficialistas.