Una zona como el Biobío merece y debe contar con un sistema y espacio de salud sumamente sólidos.

Cada día el costo de vida se eleva y ayudas como estas, que apuntan directo a aliviar el bolsillo familiar, se agradecen.

Una labor que debe estar como prioridad para el Estado en su conjunto, mediante todas las herramientas que el ordenamiento jurídico, recursos materiales, humanos, y práctica están a su alcance y a su favor.

Resulta esencial que exista preocupación por una buena alimentación, sobre todo, en recintos educacionales donde hay vulnerabilidad y la necesidad es mayor.

Resulta urgente que este problema no solo sea abordado, sino que se solucione. En esas aulas se traza el futuro de miles de estudiantes y sus familias.

Es necesario reforzar la urgencia de la vacunación, sobre todo en las personas con enfermedades de base, y también tratar de fortalecer el autocuidado en toda la población.