Lo de los “coroneles” no da para más. Los asuntos valóricos chocan contra las demandas ciudadanas. La “UDI popular”, de campamentos y poblaciones, ahora debe atender a la clase media, que presiona por más derechos y libertades. Incómoda situación para una tienda conservadora, que llegó a tener 90 mil militantes y ahora apenitas supera los 40 mil. Que de 40 diputados cayó a 29. Que se resiste a admitir el quiebre interno y que se empecina en seguir guardando apariencias, lo que hoy equivale a barrer en el agua. Todo esto, sin contar siquiera el efecto Penta y Soquimich que golpeó a sus históricos dirigentes. ¿Qué rol podría jugar en un eventual gobierno de Piñera?