Que cada región elija a su gobernador y que exista autonomía para decidir inversiones y proyectos acorde a prioridades, ha sido una batalla perdida en 200 años de vida republicana. Ahora, en la puerta del horno, con ley aprobada y calendario establecido, bajo tierra se fragua un plan. Autoridades se aferran al poder centralizado y los políticos, al caciquismo, todos cuidando un discurso político lo más correcto posible.
Lo que iba a ser, no fue. Y aunque el Presidente Piñera ponga un 6 a su primer año de mandato, las encuestas, los analistas y la gente piensa distinto. Lo que falló, lo que fue un éxito, los riesgos y la gran pugna interna tejen esta historia.
Mayor capacitación no garantiza un trabajo con contrato y proyección. El Bío Bío lo comprueba cada día. Nuestro mercado laboral está bajo amenaza no solo por obviedades como la inestabilidad económica global o la demora en inversiones. Hay mucho más en el escritorio y no estamos preparados. ¿Hablemos en serio?
La deuda es por partida doble. Por más de una década, como perro persiguiendo su cola, autoridades, políticos y economistas se dan vueltas sobre lo evidente y urgente: mejorar las pensiones. Se plantean reformas y se involucra cada vez más financiamiento estatal, pero los jubilados siguen recibiendo cheques de miseria. En paralelo, la deuda previsional continúa como flecha al cielo, alcanzando ya los US\$6.328 millones. ¿Qué destino tendrá la reforma enviada por el Gobierno, que impone fuerte gasto fiscal y un horizonte de 40 años para pensiones 40% más altas?
Europa empieza a acostumbrarse a convivir con la extrema derecha y lo que viene de la mano: nacionalistas, populistas, autoritarios, conservadores, xenófobos, homófobos… En Sudamérica, el rechazo a la izquierda bolivariana y a la centroizquierda, a la corrupción y a la inseguridad, empuja a jugar con fuego. Allá y acá, la democracia liberal arriesga su supervivencia.
Esta historia comenzó sin fotos ni audio. En una esquina, la bancada regionalista, con 21 de los 43 senadores. En la otra, el Gobierno -sin mayoría en el Congreso- urgido por sacar adelante una cuestionada reforma tributaria y, antes, la Ley de Presupuesto. ¿2+2? Entonces, La Moneda convocó a los regionalistas para diseñar juntos el mejor aterrizaje del proceso descentralizador, que parte con elección de gobernadores, compromete financiamiento y entrega de poder a lo largo de Chile. ¿Pura ganancia? No se anticipe.