Potenciar fortalezas regionales son parte de lo que se prevé tras la pérdida importante de “lo verde” en Biobío. A la fecha van 15 empresas directamente afectadas, pero falta el catastro definitivo. Hay apoyos a corto y mediano plazo.

Vale recordar que la apuesta de la industria para 2023 es duplicar la fabricación, para así evitar la crisis del año pasado. Gremios estiman que, hasta ahora, la destrucción del fuego no tiene mayor incidencia en la obtención de aserrín.

Productores sufrieron la quema de materia prima y maquinaria. Desde Proleña, esperan que no aparezca el mercado informal con madera proveniente de terrenos afectados.

Durante el año pasado hubo 861 subsidios estatales para pólizas de agricultores, en la zona, cifra menor en comparación con otras regiones.

Nacimiento (200) y Quidico (40) concentran la mayor cantidad de pequeños agricultores afectados por los incendios. Hay reuniones con la autoridad y catastros en proceso para canalizar las ayudas.

Se lograron reunir \$ 300 millones para la compra de forraje. Se entregarán kits para sistemas de riego dañados y capital de trabajo para cooperativas y medianas empresas.