A todas luces serán varios los efectos y cambios detrás de todo esto en medio de una sociedad chilena que, en este sentido, se adapta a las nuevas formas de trabajo que ya son el presente en todo el mundo.
Este mismo llamado, con cada una de las campañas, ha permitido que el mensaje llegue a otras localidades del país y que personas de otras regiones paguen sus permisos en comunas como Santa Juana.
Ante la alta congestión que se presenta en horarios punta en varias comunas, potenciar las ciclovías e iniciar el proyecto de un sistema de bicicletas públicas aparecen como buenas alternativas.
Los vecinos asocian un mal olor con una época determinada. Un mal y pésimo cuasi patrimonio histórico urbano que nadie quiere sostener, ni hacerse responsable.
Es el primer paso para consolidar a la institución más vital de toda sociedad: la familia, en todas sus formas, variedades y colores.