Es una causa que debe sumar voluntades desde todos los ámbitos de la sociedad: desde instituciones hasta cada ciudadano y ciudadana.
Al parecer, por lo menos de parte del Ejecutivo, hay una lectura correcta respecto del impulso que requiere Biobío para salir de esta coyuntura.
Sabemos de lo útil que ha sido contar con vías exclusivas para el transporte público en Autopista, 21 de Mayo y Colón.
No hay duda de que los vecinos de cada uno de los sectores reciben estas mejoras como un avance en su desarrollo familiar, no solo recuperan espacios y seguridad, sino que también aumenta la plusvalía de las zonas.
Hace algunos años atrás, las prioridades de inicio de un nuevo gobierno comunal pasaban por seguridad, empleo y educación. Increíblemente, en poco tiempo, se sumó este gran problema. Uno que se vive día a día en las calles de la zona.
En el mediano plazo, Playa Blanca debería contar con un rostro renovado, listo y dispuesto para recibir mejor a los visitantes, con una oferta amplia y con más peso turístico de lo que tiene hasta ahora.