Se observa en los jóvenes una actitud consciente de la necesidad de cambiar el mundo, que, encuesta o no, debería ser la reacción propia de una juventud sana que se da cuenta que tiene la responsabilidad de cuidarlo, en su condición indelegable de herederos.
No se trata de mostrar una lista de agravios, sino de buscar compromisos para llevar adelante las iniciativas que la Región necesita para impulsar su crecimiento e incorporarse en plenitud al desarrollo del país.
Se insiste en cambiar la prueba, matar al mensajero de las malas notas, una propuesta que no puede conseguir cambios sustantivos en la calidad de la educación, salvo que se decida medir otra cosa que los conocimientos.
Las señales del potencial de ferrocarriles como elemento de transporte de primera prioridad son analizadas de modo coyuntural y presente, una valoración simplemente contable, sin visión de la realidad de las urbes en los próximos decenios.
El Informe Mundial sobre las Drogas, de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, del año pasado, señala que “Chile se ha convertido en un punto de llegada de narcóticos en Sudamérica y en un sitio de lanzamiento de drogas hacia Australia y el Sureste Asiático”.
La ciudadanía debería tener claridad que el país debe ser capaz de encontrar sus propios modos de acercarse a la innovación y a la investigación, ya que el nuevo conocimiento es la oportunidad real de competir y progresar.