Todos los proyectos tienen que pasar por el implacable escrutinio del impacto ambiental, no solo el inmediato, sino el eventual, con el paso del tiempo y la evolución de los cambios futuros a nivel planetario y en particular, para el territorio nacional.
A pesar de todo el usual coro de discursos de inspirada retórica y la propuesta urgente de la juventud ambientalista, recibida con aplausos, no hay una respuesta contundente de cambios en las políticas de protección ambiental.
El 37 por ciento de los chilenos declara hoy haber sufrido alguna vez acoso escolar o bullying, según los resultados de un estudio de la encuestadora Cadem, de reciente publicación.
Según el punto 9° de la Convención Interamericana de Protección a las Personas Mayores, suscrita por Chile, el Estado tiene el deber de asegurar el bienestar físico, económico y social de los adultos mayores. Sin embargo, muchos de los integrantes mayores de nuestra sociedad no tienen esa seguridad.
Ciudades para todos los que las habitan, amables y aptas para personas diferentes, porque son niños y jóvenes, porque son de la edad mayor con necesidades particulares, como el descansar en áreas verdes o tener un espacio para jugar. Sentir que viven en una ciudad amable y acogedora.
No se puede ignorar las cosas que han cambiado para bien, tenemos otras carreteras, otras tecnologías, los puertos han experimentado saltos cuánticos en calidad, la conciencia del potencial mercado, otro tanto y, sin embargo, el turismo está perpetuamente al debe.