Se requiere de acciones efectivas para tomar racionalmente las decisiones que se requieran para mejorar el destino de nuestro país.
Un año que empezó como todos los otros, pero que cierra con el quiebre de una multitud de paradigmas, rotos los conductos considerados establecidos y rutinarios, y abiertos otros canales que dan la posibilidad de pensar en un país diferente y mejor.
En nuestra región, que ha sido muy afectada por este prolongado fenómeno, de manera más específica, durante el verano recién pasado, 45 de las 54 comunas fueron muchas veces abastecidas mediante camiones aljibes.
Es indispensable ampliar la cobertura de los temas en debate, transparentar los avances e incentivar la participación, puesto que, al ser el voto obligatorio, la motivación necesariamente pasa por conocer las implicancias y las responsabilidades de tomar una decisión al momento de emitir un sufragio.
La desigualdad, la inequidad, los abusos, no son recientes, han sido parte de nuestras realidades por décadas, pero la diferencia es ahora, justamente, esa toma de conciencia, que rompe la inercia y dinamiza la insoslayable necesidad de cambiar.
Nuestro país requiere de sus autoridades e instituciones para responder efectivamente y lo más prontamente posible, esforzarse por entender qué es lo que sucede en nuestro país, y actuar con sabiduría y prudencia para una sociedad mejor