La violencia y destrucción desplegada por estos grupos generan rechazo transversal, tanto de la comunidad interna de la institución educacional como de los habitantes.
La crisis del país es tan profunda que, de no mediar un diálogo fructífero y una tolerancia mayor ante posiciones distintas, difícilmente Chile podrá superar este conflicto.
11.728 fueron los participantes, en los tres días que duró el proceso. Concejales considerarán la información entregada para el debate sobre cambio del plan regulador.
Para muchas personas, recordar el 27/F es sinónimo de pérdidas, de la partida de seres queridos. Por eso, ojalá que todas las actividades programadas sean con el mayor respeto posible.
La unidad en torno a todo hecho de violencia debiera ser un objetivo. Ser acción más que discurso. Las autoridades políticas aún están a tiempo.
Es de esperar que esta parte final del proceso no vuelva a producir nuevas dificultades. Bastante ya sufrieron los miles de afectados y afectadas por una aplicación de la PSU en extremo irregular.