Es especialmente relevante el empoderamiento de la mujer a través de un quehacer esencialmente colectivo.
Hay espacio en la sociedad para asimilar que la ciudad, sus espacios públicos y sus instituciones no sólo deben ser cuidados por funcionarios, sino que por todos los ciudadanos.
Competir por precio, como lo hace la gran mayoría de las empresas locales -salvo rarísimas excepciones- puede resultar en la muerte lenta, pero segura, de una organización empresarial.
Debería provocar -al menos- severa preocupación si como sociedad validamos argumentos sobre la responsabilidad de las mujeres en la violencia de la cual han sido víctimas.
Constantemente estaremos expuestos a la amenaza de enfermedades, y más todavía si no se trabaja por eliminar la pobreza y las desigualdades sociales.
El informe elaborado reconoce los principales desafíos que todavía se mantienen pendientes y que en más de una década no han sido resueltos.