Estas medidas se deben mantener en el tiempo, como ha sido hasta este minuto, pues de alguna u otra forma se debe brindar seguridad a los residentes y trabajadores del sector.
Existen dos responsabilidades latentes: una que corresponde al mismo MOP para continuar con estas tareas; y segundo, la responsabilidad de los conductores, de los ciudadanos.
Hace más de una década que se produjo el incendio que destruyó el recinto. Más de diez años, donde a pesar de diferentes intentos, no se ha podido avanzar en serio para su restauración.
Es necesario que la ciudadanía, cuando deba salir del hogar, lo haga con los resguardos adecuados, tanto en el transporte como en lo referido a los cuidados personales.
Frente al atraso que existe en regiones, como el caso del Biobío, en esta área, renovaciones como estas permiten que el transporte público local se pueda acercar, aunque sea un poco, a las condiciones que se tienen en la capital.
Esperemos que la promesa de gas más barato alcance a llegar a los hogares del Biobío, para que las familias de la Región puedan celebrar una eventual transacción.