Si bien Chile ha ocupado un lugar de vanguardia en los índices de democracia y estabilidad, la confianza de los ciudadanos en el Gobierno y otras instituciones del sistema político se ha deteriorado.
La respuesta a la nueva variante debe ser rápida y eficaz, si existe disposición para seguir en la búsqueda por controlar la pandemia. Anticiparnos en respuestas de políticas públicas y de comportamiento ciudadano es tan urgente ahora como lo fue en los momentos más críticos de la crisis sanitaria en Chile.
Las normativas que apuntan a la descentralización son urgentes, pero corresponde a las regiones ejercer fuerza para lograr que las oportunidades del país se distribuyan de modo equitativo.
Los mismos argumentos se contraponen y la solución posible es que los actores regionales establezcan puentes de diálogo. No sería prudente eludir una discusión al respecto.
Los indicadores de la Casen muestran que las políticas públicas deben centrarse en asegurar los derechos sociales de las familias vulnerables, en reducir la desigualdad, en la recuperación y fortalecimiento de los empleos.
Hoy comienza la materialización de un trabajo trascendental para el Chile del mañana. Una labor en que 155 hombres y mujeres estarán a cargo de redactar una propuesta de nueva Constitución.