Esta segunda parte del clásico de una familia de superhéroes es tan genial como su antecesora, y el corto que la precede es realmente algo maravilloso.
Esta comedia sobre padres que deben enfrentar el nido vacío, es un producto de nuestro tiempo. Contiene un punto de vista sobre la sexualidad adolescente, y el humor es grosero, inteligente y sensible al mismo tiempo.
No es como El exorcista, según la venden. Es bastante inferior. Tampoco es la más aterradora del 2018. Es una película que se esfuerza demasiado en ser importante y se olvida de asustar.
En este episodio intersticial de la galaxia muy lejana, conocemos a un Han Solo joven, quien intenta conseguir una nave para rescatar a su novia. Pero pese a ser un deleite visual con destellos de ingenio, el guion trastabilla.
El primer filme en inglés de Lelio fue estrenado el año pasado en Toronto. Y llegó a Chile luego de que su director ganara el Óscar por Una mujer fantástica hace dos meses. Su fortaleza son excelentes actuaciones y un guión sólido.
Compitió por el Oso de Oro en el último festival de Berlín, donde Anderson, director y guionista del filme, ganó el Oso de Plata por su dirección. Esta es su segunda película de animación en stop motion.