El clásico de Cinemark de septiembre es uno de los títulos esenciales del canon de Disney. ¿Por qué sigue encantando a tantas generaciones? He aquí las razones.
El filme que compitió por el León de Oro en Venecia, es una decepción. Y aunque la ambición de Pablo Larraín es meritoria, confunde sensacionalismo por drama, la fotografía es dudosa, y los diálogos son desconcertantes. No y Jackie son mejores películas.
Con su última entrega, Tarantino se ha liberado de la idea popular de sí mismo para reclamar su esencia. Por consiguiente, con Había una vez… en Hollywood (2019) nos regala su pieza más fluida, vigorosa, honesta y quizá personal desde Kill Bill volumen 2.
Es inerte, inexpresiva, pero, hakuna matata, ¡es El rey león! El filme de Jon Favreau (El libro de la selva) es un festín a la vista. No es un remake en imagen real, sino una animación en CG fotorrealista, y aunque luzca más auténtica, la experiencia es más fría.
Al espectáculo familiar que congrega a más público en Chile, se le suman este año los protagonistas de Moana y Miguel, el niño del taquillero filme de Pixar, Coco.