La figura del intendente será reemplazada por un “monstruo de dos cabezas”, como han dicho sus críticos. Gobernador y delegado tendrán el desafío de aprender a convivir y evitar caer en una pugna de ego y poder.
La dimisión del gremialista no sólo repercute en el gabinete regional, sino también en los planes de su partido con miras a la elección municipal del próximo año.
De paso en la provincia del Bío Bío, el senador de los necesarios ajustes que debe hacer el oficialismo y de la derecha social, incluyendo críticas a lo acontecido con los “medidores inteligentes”.
Desde fines del año pasado existen trascendidos sobre el gabinete del Bío Bío y es probable que abril comience con nuevos rostros en algunas carteras.
Hay coincidencias respecto a que falta asumir el nuevo escenario político con tres visiones opositoras, pero también se reconoce la falta de diálogo y articulación.
En la instancia política esperan se concrete idea que apunta a que eventuales candidatos puedan seguir en sus cargos, incluso, durante los comicios.