
Según lo que detalla la propuesta, actualmente, estos territorios no cuentan con beneficios tributarios vinculados a la mantención de sus servicios. Pagan lo mismo en cuanto a derechos de alcantarillado, sin tener excepción o exención alguna de la obligación de dicho derecho.
De acuerdo a información de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss), en la Región del Biobío hay 8 mil 777 clientes que viven en una comunidad de desagüe; aquellos son sectores cuentan con un sistema de alcantarillado comunitario y cuya administración y mantención corresponde a los propios usuarios. Asimismo también se reconocen como un conjunto de viviendas que cuentan con un sistema de alcantarillado domiciliario comunitario y cuya administración y mantención corresponde a los propios usuarios.
Es así como en la Cámara de Diputadas y Diputados se ingresó la iniciativa que modifica la Ley General de Servicios Sanitarios, para reducir tarifa de las comunidades de desagüe. Esto con el fin de exentar a estos sectores de la fracción de tarifa correspondiente al pago de servicios de mantención de alcantarillado. La idea de norma está ingresada con fecha 30 de enero de 2025 y declarada admisible.
Según lo que detalla la propuesta, actualmente, las comunidades de desagüe no cuentan con beneficios tributarios vinculados a la mantención de sus servicios. Pagan lo mismo en cuanto a derechos de alcantarillado, sin tener excepción o exención alguna de la obligación de dicho derecho.
La diputada María Candelaria Acevedo (PC), representante del Distrito 20, autora de la iniciativa de norma, precisó que “algunos de los sectores con más familias que se encuentran en esta condición corresponden a la población Armando Alarcón del Canto de Hualpén, con 4 mil usuarios; en Bellavista en Tomé, con 400 clientes; y por supuesto en la población Leonor Mascayano de Talcahuano, con más de 500 vecinos que viven en una comunidad de desagüe, quienes nos alertaron del drama por el cual atraviesan”.
Cabe precisar que las mencionadas comunidades nacen en la década de los sesenta del siglo pasado, donde las viviendas debían encontrarse incorporadas al sistema de desechos de aguas servidas y domiciliarias ante una deficiente existencia de red pública de alcantarillado, debiendo entonces los usuarios destinar su desecho en conjunto hasta los colectores públicos.
Asimismo, la parlamentaria señaló que la propuesta de norma “genera un ánimo de mayor responsabilidad en las comunidades de desagüe, en lo referente a la mantención del servicio que ellas mismas sostienen; y por último entrega mayor certeza jurídica a las empresas sanitarias, estableciendo las obligaciones y retribuciones respectivas de manera más asertiva”.
La idea, en específico, busca que se presente una rebaja que ronda el 35% del total de la cuenta (dependiendo del uso total de cada cliente) y busca replicar otras iniciativas como las de rebajas eléctricas en zonas de restauración ambiental. “De seguro va a ser bien recibido por los vecinos y vecinas de las comunidades de desagüe, replicándose lo que ha pasado con las rebajas en las tarifas eléctricas”, cerró la parlamentaria.
Por su parte, Karen Medina (Ind-DC), diputada por el Distrito 21, señaló que la idea es una medida muy necesaria y valiosa, agregando que “es inaceptable que miles de familias en Biobío estén viviendo con condiciones de saneamiento tan precarias, como el rebalse de sistemas de alcantarillado que contamina sus hogares. Esto lo vemos en diversas localidades como en Tubul, provincia de Arauco, donde los vecinos sufren mucho por esta problemática (…) reducir las tarifas de las comunidades de desagüe es un paso en la dirección correcta”.
Paralelamente, el diputado por el Distrito 20, Roberto Arroyo (PSC) sostuvo que una iniciativa de estas características es un paso positivo “ya que tiene el potencial de beneficiar a miles de familias, especialmente en sectores de clase media y trabajadores, quienes verán un alivio significativo en sus tarifas de servicios sanitarios”.
De la misma forma, el parlamentario agregó que, dentro del proyecto “es fundamental que se revisen a fondo los alcances, para asegurarnos de que los cambios no afecten negativamente a la calidad de los servicios ni generen nuevos problemas para las comunidades. Apoyo la iniciativa, pero debemos garantizar que se implemente de manera justa y equitativa para todos los ciudadanos del Biobío”.
Uno de estos sectores que se verían beneficiados con la iniciativa es la Villa Leonor Mascayano, en Talcahuano, el que la Seremi de Salud del Biobío, tal como informó Diario Concepción, declaró como zona de riesgo sanitario, esto debido al hedor que produce el rebalse del antiguo sistema de alcantarillado del lugar.
Respecto de la resolución de riesgo sanitario en la Villa, el alcalde de Talcahuano, Eduardo Saavedra, aseguró que ahora se podrá gestionar de mejor forma los recursos en la emergencia y las labores de mitigación.
‘’Seguimos en la senda de gestionar recursos para hacer trabajos preventivos, para que los camiones que van recorriendo los pasajes, succionando las aguas servidas, los tengamos con mayor presencia, de tal manera que evitemos que suba esta agua hervida y colapsen los domicilios con los olores que tenemos en las casas de adultos mayores, donde hay niños’’, declaró el jefe edilicio en la edición de este 25 de marzo de Diario Concepción.
Asimismo, expresó que desde el municipio se gestiona una solución definitiva y esperan que sea financiada por el Estado, ya que, explicó, actualmente la administración local se encuentra en una situación financiera compleja.
Roberto Pino, concejal de Talcahuano, valoró positivamente la resolución sanitaria en la población ya que está era exigida desde el Concejo Municipal y por los vecinos.
‘’Vamos a seguir trabajando, cuando se persevera, se insiste en pedir lo justo, tiene sus resultados. Y este tiempo ha tenido un resultado que es positivo. La población verá preocupación por parte del municipio’’, aseveró Pino.
Debido a la configuración del sistema de alcantarillado, los vecinos no solo sufrían por los olores, sino que también por los rebalses de aguas servidas que se daban en el interior de sus casas.