Los exintendentes, Jorge Ulloa y Martín Zilic, analizaron las facultades que tenía la otrora autoridad, las que ahora pasarán a ser divididas mediante 3 cargos de administración política.
Por Leonardo Carrera Zambrano
La Cámara de Diputadas y Diputados, con 91 votos a favor, 28 en contra y 6 abstenciones, dio su aprobación al proyecto de ley que crea el Ministerio de Seguridad Pública.
Vale recordar que esta nueva cartera, al margen de Interior, tuvo su génesis durante el último periodo del exPresidente, Sebastián Piñera, en 2021. En el camino tuvo modificaciones en el Congreso, además de otras indicaciones en el actual mandato del Presidente Gabriel Boric.
Una de las principales diferencias es que, una vez sea conformada la nueva cartera de Seguridad Pública, es que pasará a tener el rol de jefe de las policías y se manejará en regiones a través de sus seremis, labor que hasta ahora era de competencia de los delegados presidenciales; misma figura que, de hecho, todavía no cumple un periodo de labor tras su incorporación en el aparato público en 2021.
En retrospectiva, en un futuro serán tres los cargos que están cubriendo áreas que antes era competencia únicamente de la figura del intendente, cargo que fue oficialmente eliminado luego de la reforma constitucional de 2017.
Esta dictaba la supresión del cargo para reemplazarlo por el del delegado presidencial, además de convertir el puesto de gobernador regional en uno electo por voto popular. Finalmente, tras la asunción de Rodrigo Díaz como el primer gobernador regional, el rol del intendente en el Biobío desapareció definitivamente.
Si bien el principal objetivo de esta reestructuración de la administración del país fue el otorgar mayor independencia a las regiones, quienes ocuparon el sillón de la intendencia discrepan sobre la verdadera utilidad del delegado presidencial, ahora que este ya no contará con facultades en materia de seguridad y orden público.
Jorge Ulloa (UDI), quien fue intendente de la región del Biobío entre 2018 y 2019, durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, es claro al señalar que las atribuciones de seguridad debieron mantenerse para el delegado, catalogando la creación de la figura del seremi de Seguridad Pública como “una desproporción”.
“Creo que el delegado en materia de seguridad no debería tener ningún problema para poder ejercer ese cargo. Es un error crear y seguir creando estructuras que no tienen en realidad ningún valor y van a producir descoordinaciones”, comentó Ulloa a Diario Concepción.
Del mismo modo, el ex intendente sostiene que su antiguo puesto “tenía que manejar las platas del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), la seguridad y los temas de conducción de los servicios públicos, y se hizo sin mayor problema. Hacer esta división, ya no en dos, sino que en tres, a mí me parece, francamente, una desproporción”.
Más severo aún fue Martín Zilic, presidente de Corbiobío y también ex intendente del Biobío entre 1994 y el 2000 -durante la presidencia de Eduardo Frei Ruiz-Tagle-, quien afirmó que el nuevo seremi solo acentúa la centralización del país, al ser un cargo elegido desde el gobierno central.
Además, Zilic se muestra a favor de la eliminación del cargo de delegado presidencial, al que considera una figura sin mayor relevancia. “Si antes era decorativa, ahora lo va a ser mucho más. Porque el referente de seguridad va a ser el seremi. Es una muy mala ley”.
“Hay que eliminar definitivamente a los delegados presidenciales y volver a la forma anterior”, sentenció.
Pese a los cuestionamientos a la relevancia del cargo, fue precisamente en la discusión parlamentaria en la que la ministra del interior, Carolina Tohá, descartó la eliminación del delegado presidencial, argumentando que “no es que haya un doble mando en tema de seguridad, sino que hay un representante del Presidente de la República”.
Consultado al respecto, el delegado presidencial del Biobío, Eduardo Pacheco, sostuvo que su cargo sigue ostentando relevancia en la administración regional, ya que “siguen teniendo el mandato obviamente por sobre los seremis, la coordinación del gabinete regional, pero también van a poder concentrar algo en el trabajo que desarrollamos en el día a día los delegados presidenciales”.
“Creo que es una muy buena noticia (la creación del Ministerio de Seguridad), porque vamos a tener un seremi encargado directamente de la articulación con las policías (…), y un delegado presidencial que va a llevar las riendas del gobierno en la región del Biobío y en todas las regiones”, sostuvo Pacheco.