Si bien los locales de sufragio no registraron largas filas, la cantidad de personas que se acercaron este sábado fue por sobre lo esperado. El factor de la cantidad de papeletas y la importante lista de candidatos generó esperas, en algunas partes, de hasta 30 minutos.
Por Eduardo Bascuñán
Un acalorado día se vivió en el Gran Concepción en los centros de votación. Como siempre, la mañana fue mucho más expedita y en promedio el voto tomó de 5 a 10 minutos, pero con el paso de las horas, el tiempo de espera aumentó y generó largas filas, además se observaron dificultades de acceso en algunos centros.
A eso de las 10:30 am, según cifras oficiales del Servicio Electoral de Chile (Servel), el 99,89% de las mesas ya estaban constituidas. Pero incluso dos horas antes ya habían sido cientos los penquistas que habían concurrido a sus centros de votación.
En el sector de Lorenzo Arenas, particularmente el Colegio Inmaculada Concepción, la mañana para los vocales de mesa comenzó a las 7:30 am y aunque aseguraban estar tranquilos, se les podía ver leyendo y releyendo los manuales que entregó Servel previo al inicio del sufragio.
Cabe mencionar que la gran mayoría de los vocales actuales, son nuevos, por ende es comprensible cierto grado de nerviosismo, sobre todo de cara a dos días de trabajo con papeletas gigantes y muchas dudas por parte de los votantes.
Marcos Cabrera es el comisario encargado de la mesa 461 y es su primera vez como vocal. “Es toda una experiencia esto para mí, nunca me había tocado y lo bueno es que el grupo se maneja mucho en el tema, así que entre todos nos ayudamos”, explicó.
Así lo corroboró la delegada del centro, Carolina Irribarra, quien afirmó que “hay hartos (vocales) que están un poquito asustados por la responsabilidad propia del proceso. Así que estamos tratando de capacitarlos de la mejor manera posible”.
En Castellón con Argentina, el Colegio Rebeca Matte Bello también funciona por estos dos días como centro de votación. Con sus 14 mesas y un alto porcentaje de adultos mayores recibió de manera expedita a los vecinos y vecinas durante este sábado.
Jorge Gatica, residente del sector entró y en 15 minutos estaba afuera del colegio. “En la casa somos cuatro y decidimos venir solo el sábado porque el domingo van a venir la mayoría de trabajadores”, explicó. Es que se comentaban entre los pasillos, como si fuese un día de colegio más, las decisiones que marcaron la asistencia el primer día.
Por su parte, Gonzalo Pastene, delegado encargado del centro afirmó que la decisión de las personas siempre es relativa. “Yo he escuchado también lo mismo que mucha gente va a esperar a votar mañana, otra gente que va a votar hoy día. Como se dice, hoy votan los ansiosos y mañana votan los desconfiados. Entonces es relativo, dependiendo también de cada escuela”, afirmó el encargado.
Hasta antes de medio día, el flujo de votantes era expedito, incluso el tiempo promedio de votación rondó entre los 5 a 10 minutos, según los delegados antes mencionados; pero a medida que las horas avanzaron aumentó la cantidad de votantes y comenzaron a presentarse ciertos problemas.
Por ejemplo, en el Liceo Comercial Enrique Oyarzún Mondaca, sus asistentes en su gran mayoría adultos mayores y personas con movilidad reducida, tuvieron que subir los tres pisos para sufragar.
Cynthia Yañez, delegada del centro de votación comentó que debido a la falta de ascensores, “en el primer piso colocamos las mesas, que por registro nos habían comunicado que tenían mayor cantidad de adultos mayores con movilidad reducida, pero en el segundo tenemos 9 mesas y en el tercer piso 7 mesas más”.
Esta situación fue compleja, en especial para Elver Wilches, jóven de 41 años con movilidad reducida en ambas piernas, que acompañado con dos muletas tuvo que llegar al tercer piso para votar. “Esta situación es complicada pero no me achico, me ofrecieron ayuda pero definitivamente deberían arreglar esto para la próxima; yo voto porque es mi deber cívico y de eso no hay problema, lo único que se pide, por último, es que avisen en qué piso nos va a tocar o bien, que bajen las papeletas”, comentó el votante una vez afuera del recinto.
Lo anterior se vivió también en el Liceo de Niñas, lugar de votación del alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, quien tuvo que esperar más de media hora producto de una fila de más de 20 personas. Esto, a raíz de que cada vez que un adulto mayor o una persona con movilidad reducida llegaba a votar y no podía subir las escaleras, las papeletas eran las que se movían, provocando que la espera se extendiera hasta por 40 minutos.
Este proceso, llamado Voto Asistido, ocurrió con frecuencia en este y muchos otros centros de votación. Por su parte, el delegado del Liceo de Niñas, Mario Fuentes, afirmó que “ hay que entender que las papeletas son muy grandes, les cuesta (a los votantes) un poco doblarlas, algunos no tienen su voto decidido todavía, entonces lo empiezan a decidir en la cámara. Entonces eso igual hace que la fila sea más lenta”.
Además, agregó que quienes no deciden aún sus candidatos pueden incluso llegar a demorar más de 20 minutos en decidir, por lo que el delegado Fuentes, recomendó “informarse bien para votar y no generar una congestión en nuestro deber cívico”.