Analistas políticos aseguran que las campañas de volantes y palomas ya no son suficientes para informar sobre sus programas. Redes sociales serían la gran opción para captar electores, aunque la cercanía del puerta a puerta es una alternativa que tampoco se debe olvidar.
Cuando resta menos de un mes para las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales, analistas políticos locales ya avizoran que la captación de votos será difícil para quienes se postulan al proceso electoral.
Los motivos que aducen son, principalmente, la gran cantidad de candidatos lo que confunde al electorado, la desconexión de los votantes y la apatía que existe en la comunidad ante las múltiples elecciones en las que han tenido que participar en los últimos años.
Jeanne Simon, analista político y académica de la Universidad de Concepción, afirmó que al pensar en la gran cantidad de candidatos a consejeros regionales, así como a concejales, se hace “muy difícil y genera una sobrecarga de información en las personas y se van desconectando”.
En el caso de los postulantes a gobernadores, como también a alcaldes, a juicio de Simon, como se trata de un cargo más importante, podría darse que los electores pongan más atención. Pero recalcó que existe la posibilidad de que se genere una saturación de la información, especialmente, en personas que no pertenecen a partidos políticos, no tienen una tendencia definida o no han votado en otras ocasiones, lo que provocaría, eventualmente, un rechazo.
Lesley Briceño, analista político y académica de la Universidad del Desarrollo, aseveró que hasta el momento las campañas políticas no han logrado captar la atención de la gente porque existe un desgaste en la comunidad y una fatiga electoral.
“Desde 2020 se han vivido en el país “muchísimos procesos que han agotado a la ciudadanía (…) eso también está vinculado a la percepción de que la política no soluciona los problemas habituales, que las discusiones de la política no tienen que ver con la cotidianeidad, con lo que me ocurre a mí en el día a día, por ejemplo, se vinculan a frases para qué, si gane quién gane yo igual tengo que ir a trabajar el lunes”.
Situación que, además dijo, está vinculada con casos mediáticos como convenios y el Hermosilla, que desprestigian a la política. “De hecho, los partidos políticos, el Congreso, el Parlamento, en nuestro país son las instituciones más desprestigiadas, las que tienen menos niveles de confianza”.
Susana Riquelme, académica del Departamento de Administración Pública y Ciencias Políticas de la Universidad de Concepción, aseveró que la apatía de la comunidad por las elecciones se cruza con la gran cantidad de candidatos que se están presentando, especialmente, de consejeros regionales y concejales, que se generó por la falta de cohesión entre los partidos políticos para lograr candidaturas únicas, lo que deriva en que la gente no sepa por quién votar.
“Entonces yo creo que ahí también es importante que los candidatos logren llegar a temas que les importan a la ciudadanía, con un discurso que informe cuál va a ser su rol y explicar de qué se trata”, comentó y agregó que cada uno debe transparentar qué significa cada lista.
Si bien la campaña partió hace poco más de un mes, dijo Briceño, recién se está viendo un despliegue de candidatos y de sus comandos repartiendo volantes y se están empezando a ver carteles, situación que en los próximos días se debería intensificar.
Sin embargo, aseveró, que al igual que en los últimos 3 años, se han utilizado las redes sociales, instancia que, a su juicio, ha tenido un rol vital en las campañas. “Probablemente ahí, en los anuncios que pueden hacer a través de internet, pueden tener presencia, de forma más masiva y económica, y cambiar la percepción de la ciudadanía, aunque tal vez no los vean desplegados”.
Para contrarrestar la apatía, detalló, los candidatos están utilizando en redes sociales estrategias más transversales, no por ideologías, sino relacionados a temas de seguridad, políticas de ciudad y medioambientales, entre otras, con las que la gente se pueda identificar y que tengan un impacto en ellos.
“Las personas están más abiertas a mirar publicidad en redes sociales (…) que a participar de un debate o de alguna actividad. Estrategias como la de las palomas deberían ir quedando de lado y siendo más mediáticas. Lo que se ve hoy es candidatos aprovechando el taco o el semáforo para hablar con la gente y entregar el volante”.
En tanto, Susana Riquelme dijo que lo ideal es que las campañas sean por redes sociales y no por volantes, pues estas permiten acercarse más a la comunidad. “Los folletos son muy ambiguos, tienen el nombre de la persona y algunas ideas (…) por redes sociales pueden explicar de forma más detallada cuáles son sus compromisos”.
Por otra parte, para Jeanne Simon la mejor forma de llegar a la comunidad y conseguir el voto no es a través de la difusión masiva en redes sociales, sino en el enfoque específico a las personas.
“Muchos hacen avisos dentro de las redes sociales que están enfocados a las personas, pero desde Barack Obama, la primera vez que ganó la presidencia de Estados Unidos en 2008, una de sus estrategias fue que si llegaba una persona interesada a sus actividades, le pedían sus datos y a partir de ello, le solicitaban que, por favor, conversara con un número determinado de personas para ver si era posible convencerlos para votar por Obama”, dijo y así a partir de ello se iba generando interés.
Lo anterior, reconoció, fue usado antes de la masificación de las redes sociales y “lo otro que se utiliza mucho, especialmente, en grandes territorios es contratar servicios de Bigdata para ir identificando perfiles de personas e ir generando un mensaje más personalizado”.
Agregó que lo mejor es ir logrando conexión con las personas, lo que implica que tiene que haber comunicación bidireccional entre el electorado y los candidatos y lo que se promete.
“El estilo de megáfono y gritar a todo el mundo, no es tan efectivo, sino el ir puerta a puerta e ir conociendo a las personas, que sea algo más cercano, buscando más liderazgos. Antes en los partidos se hacía eso. Ahora como los partidos se han ido debilitando, los independientes tienen que ir generando un equipo de personas que vayan trabajando en los distintos territorios, que no se vea como vendiendo un producto, sino que es algo para mejorar la calidad de la política”.
Lo anterior, agregó Simon, es una tarea difícil, pues existe poca confianza en la política en general y en las promesas que realizan los candidatos.
A medida que falte menos tiempo para las elecciones, especialmente, de alcaldes y gobernadores, según Briceño, el despliegue de campañas será mayor para captar a los indecisos, especialmente, en las ciudades en las que se debe renovar a los jefes comunales.
“Lógicamente ahí las estrategias pueden ser variadas: entre las redes sociales, conversatorios más acotados, reuniones en puntos específicos o entrega de volantes en lugares claves de circulación y, además, donde puedo conversar en un momento específico con los electores y así poder convencerlos para que decidan votar por su candidatura”.
Riquelme agregó que es muy importante que al tener una elección tan amplia que, incluso, se debió dividir en dos días, la comunidad se informe hasta el último momento.
“Está la volatilidad del voto mismo, o de la elección misma, que hasta el último día tú puedes decidir (…) es importante informarse más de quiénes son los candidatos y lo que se está eligiendo”, dijo y agregó que la principal debilidad es el desconocimiento de la población.