Autoridades de los poderes e instituciones del Estado, además de sindicatos, participaron de la ceremonia. Fue la primera de esta índole del arzobispo de Concepción, Sergio Pérez de Arce.
En el Templo Catedral de Concepción se realizó el tradicional Te Deum, el primero liderado por el nuevo Arzobispo penquista, monseñor Sergio Pérez de Arce.
La liturgia de acción de gracias que se realiza cada 18 de septiembre estuvo marcada, esta vez, por dos hechos claves ocurridos durante este año en la Región: el triple asesinato de carabineros en Cañete y el cierre de las operaciones siderúrgicas de la Compañía Huachipato.
Junto con apuntar a una mejor convivencia social y política, tanto en la Región como en todo Chile, Pérez de Arce se refirió al homicidio de los tres funcionarios policiales y manifestó que “siempre lo más grave y desolador es la violencia que acaba con vidas humanas y daña nuestra convivencia. Solidarizamos con todas las familias, comunidades e instituciones que han perdido un ser querido o un miembro de sus filas”.
Asimismo, durante la liturgia, fueron presentadas las fotos de los uniformados fallecidos, Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal. “Expresamos la importancia de reafirmarnos en los caminos de la paz y en la lucha contra quienes atentan contra la vida de sus hermanos, siempre en el marco del Estado de derecho”, agregó el arzobispo en su homilía.
De la misma forma, el monseñor también trató la situación del cierre indefinido de Huachipato, haciendo énfasis en la cantidad de empleos perdidos que significa y en el déficit del modelo de desarrollo productivo de la Región, apuntando a que se muestra “frágil”.
“Especialmente penoso es el cierre de la Siderúrgica Huachipato, luego de 70 años de funcionamiento, no solo por sus efectos devastadores sobre el empleo y la vida concreta de tantas familias, sino también porque da cuenta de un déficit de nuestro modelo de desarrollo, que se muestra frágil para sostener actividades productivas que agregan valor a las materias primas. Esto no es bueno para el progreso de Chile”, manifestó el arzobispo.
En la ceremonia, el directorio del Sindicato N°1 de trabajadores de Huachipato hizo una entrega simbólica de metal de arrabio, hierro fundido obtenido de la última colada del Alto Horno N°2 de la planta siderúrgica, efectuada a las 2 de la madrugada del lunes 16 de septiembre de 2024.
“El arrabio ya no será transformado en acero, el horno se detuvo definitivamente a las 6 de la madrugada del mismo día, cerrando así una etapa crucial en la producción de acero de Huachipato”, dijo, entre lágrimas, el presidente del Sindicato N°1 acerero, Hector Medina.
Igualmente, Medina dijo estar de acuerdo con lo señalado por el Arzobispo Pérez de Arce, sobre el déficit en el modelo de desarrollo productivo del Biobío, y sostuvo que “tenemos que acrecentar y que todos nos comprometemos, más que con la siderurgia, a seguir industrializando nuestra zona, no podemos desindustrializar. Es claro que todos debemos hacer el mayor esfuerzo para que de aquí a 4 años más tengamos una nueva siderúrgica con acero verde”.
La delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresdner, también fue parte del Te Deum y compartió el punto de vista del monseñor Pérez de Arce sobre el estado actual del desarrollo productivo de la Región.
“Es un diagnóstico bastante compartido respecto de que ha existido una ausencia de decisión de cuál es la matriz productiva del Biobío y cuál es el cambio que debemos tomar en lo económico”, puntualizó la delegada, afirmando que es algo que busca entregar el Plan de Fortalecimiento Industrial para la zona que fue presentado por el Gobierno.
“Eso es algo que nosotros con el Gobierno, específicamente con el ministro de Economía, Nicolás Grau, estamos justamente buscando dar un giro con esta propuesta que se presentó. Es una propuesta que busca entregarle un camino a la Región del Biobío”, agregó Dresdner.