Política

“No hemos soltado la mano”: Delegada Presidencial del Biobío, Daniela Dresdner, en la hora del balance y los desafíos

Plan Habitacional de Vivienda, Seguridad y Plan de Movilidad, entre otros, son los hitos que la representante del Presidente Gabriel Boric destaca en sus 2 años de mandato en la Región.

Por: Diario Concepción 01 de Junio 2024
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Para este sábado se espera la Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric en Valparaíso. Un acto republicano que se realiza ante el Congreso Pleno. Alocución presidencial que será mirada con atención a nivel local, tanto por los anuncios nacionales, como también por lo que traiga en contenido para el Biobío. Ese mismo hito, pero a nivel local, realizó la Delegada Presidencial, Daniela Dresdner, quien en el Teatro UdeC mostró la tarea hecha en el último año por parte del Ejecutivo local.

El Plan Habitacional de Vivienda, donde destaca el avance de 20 mil viviendas que se quiere dejar como legado en el Biobío, más seguridad y mejorar la movilidad de la ciudadanía en materia de transporte aparecen en el balance y los desafíos.

“Es difícil resumir todo el trabajo que se ha hecho como en un balance que uno diga ‘esto es’, porque la verdad es que ha habido un trabajo profundo y amplio. El desafío ha sido más grande, porque la situación con la que nos encontramos, con el país saliendo de una pandemia, de un estallido social, fue una situación bastante impresionante respecto del estado en el que estaban las instituciones”, dice Daniela Dresdner a Diario Concepción.

“También en el estado en el que estaba la inversión pública, los temas de seguridad, los temas de conectividad de la región y del país en general. Entonces, hubo que hacerse cargo rápidamente de una situación que era bien compleja. Nosotros decimos siempre que son las tres seguridades del presidente Gabriel Boric, porque efectivamente esos eran los puntos en los que teníamos la mayor complejidad”, agrega.

-En relación a seguridad, ¿cuál es el balance?

Cuando llegamos a la Región del Biobío la seguridad pública era un gran problema. Teníamos tres comunas de la región en las que prácticamente no se entraba, tres comunas en que las situaciones de violencia eran tal, que teníamos disparos todos los días, cortes de rutas, quemas de cabañas y de camiones. Era una situación bien brutal, pero además en los sectores urbanos teníamos un aumento de la violencia, respecto de lo que veníamos viendo. En temas como homicidios, empezaron a salir delitos que nunca habíamos visto como secuestros, como extorsiones, delitos de trata de blancas que tampoco los habíamos tenido previamente ¿Qué hicimos entonces a propósito de eso? Fue hacernos cargo. Primero haciéndonos cargo de las policías. Las policías post estallido social y post pandemia estaban en una situación deplorable, en cantidad de gente trabajando, de gente que tenían con licencias médicas. Carabineros de Chile, por ejemplo, además no tenían vehículos, ni blindados, ni no blindados, no tenían equipamiento, al punto que no tenían chalecos antibalas, no tenían armamento, no tenían capacidades tecnológicas. La Policía de Investigaciones (PDI) tampoco. Nos fuimos haciendo cargo de eso. El 2023 es un año donde hemos visto los resultados de ese trabajo que se empezó en el 2022, con el descenso de la violencia en la macrozona, pero también el descenso de los homicidios en los sectores urbanos, el descenso de la mayoría de los delitos que son los delitos de mayor connotación social y con el trabajo de coordinación que se ha hecho.

-Y, luego.

Después están los temas que son los temas económicos, la seguridad económica que dice el presidente Gabriel Boric. También de la pandemia salimos con una amenaza tremenda respecto de la crisis económica que se nos venía encima y se iba ver reflejada en el año 2023, según todas las predicciones. Íbamos a tener una caída gigantesca de Producto Interno Bruto, íbamos a tener un montón de problemas que se auguraban y que no llegaron. No llegaron porque tuvimos un descenso muy grande de la inflación, que era uno de los mayores problemas del 2022. La inflación ahora está en alrededor del 3%, pero además hay un aumento del Producto Interno Bruto. ¿Y qué es lo que vemos acá en la Región del Biobío? Problemas sobre todo del tipo laboral, como lo que ocurrió con Huachipato y otras empresas que han ido cerrando. Eso está muy asociado a la matriz productiva que tenemos en la Región, que era de tipo manufacturero y que, en algún momento, eso se dejó de desarrollar y simplemente dejamos que las industrias estuvieran, pero no nos hacíamos cargo de que se siguieran desarrollando con el tiempo. Por lo tanto, empezaron a cerrar, porque ya no eran competitivas. Una de las cosas que es lo que lo que ha puesto el ministro Nicolás Grau sobre la mesa es justamente que tenemos que hacernos cargo de esa matriz productiva, pero pensando en la actualidad, o sea, pensando en la modernidad, y ahí es donde entran los temas de hidrógeno verde, donde uno puede pensar cuál es el rol que puede cumplir una matriz manufacturera en el Chile de hoy, en la industria que viene. Ese es el desarrollo que hay que hacer y es el desarrollo que estamos haciendo. Eso requiere un proceso, en el que nosotros tenemos que adecuar nuestra mano de obra, que además tiene condiciones que son condiciones especiales y que hace que la Región del Biobío esté muy bien posicionada para los temas, por ejemplo, de hidrógeno verde. Tenemos universidades que son capaces de preparar mano de obra técnica y ya tenemos profesionales con esa mano de obra técnica. Lo que tiene que ponerse al día es la infraestructura industrial para poder seguir y esa es parte de la labor que estamos haciendo.

-Lo tercero, entonces, ¿Qué es?

Lo tercero es lo que tiene que ver con la seguridad social, que tiene que ver como el impulso con el que llegó este Gobierno, y en esa materia la verdad es que ha habido avances que para nosotros son extremadamente importantes. Por ejemplo, el sueldo mínimo. En un mes más el sueldo mínimo sube a 500 mil pesos, cuando nosotros llegamos al Gobierno la pelea era porque llegara siquiera a los 400 mil pesos. Además, la Ley de Copago Cero, como la Ley de 40 horas, la Ley Karin, la Ley de Responsabilidad Parental, etc, que son un montón de proyectos que están como en el corazón del Gobierno. Nosotros no hemos soltado la mano en ningún momento. El Sistema de Cuidados que también está avanzando, y son cosas muy sentidas para la ciudadanía y algunos desafíos que tenemos pendientes, pero que no vamos a dejar de lado, como la Reforma de Pensiones y el Pacto Fiscal, que necesitamos para llegar a las necesidades de la gente. La Reforma de Pensiones está muy en el corazón, porque aquí hay una sensación de la ciudadanía de que el Estado está olvidando a los adultos mayores, y eso es algo que nos parece que no puede ser.

-Ha contabilizado varios hitos, ¿Considera que eso ha sido visibilizado por la ciudadanía, donde se manifiesta una sensación negativa?

A mí me llama la atención, porque nosotros con el gabinete regional estamos todos los jueves haciendo despliegues en distintas comunas. Llevamos como veinte, y nos juntamos con el alcalde, la alcaldesa, nos juntamos con la ciudadanía, hacemos un diálogo, además tenemos el Gobierno en Terreno y hacemos visita a algunas obras que se están haciendo. Vemos que la sensación de mejora está súper clara en las comunas rurales, ahí perciben con mucha claridad la diferencia que ha habido con la llegada de este Gobierno y eso tiene que ver con que esas eran comunas que estaban muy botadas, muy dejadas de lado. Nosotros estamos llegando, estamos haciendo cosas y ellos lo notan. En donde esa percepción no es tan clara es en lo urbano, donde están las grandes poblaciones y no tiene que ver con que no haya inversiones en lo urbano, hay grandes inversiones. Si hablamos del Plan Más Movilidad estamos hablando de 2 mil millones de dólares que están invertidos. Sin embargo, por un lado, la ciudadanía nunca ha tenido problemas de inversión en la urbanidad, siempre ha habido inversiones, pero tienen un montón de ruidos de otros lados que son las cosas que le llegan. Por lo tanto, es mucho más difícil pasar con el mensaje claro respecto a lo que se está haciendo. Hay muchos mensajes que se cruzan, muchas cosas que son simplemente falsas. Nos pasa, por ejemplo, con la seguridad. Estuvimos en Curanilahue, en un sector urbano también, y la gente nos decía ‘acá es terrible, que ha habido muchísimos delitos, nos roban y no sé qué’. Nosotros les decíamos, ya, pero ¿cuándo? o sea, ¿cuándo les han robado? ‘No, el año pasado’ ¿Pero este año les han robado? ‘No, este año no, no hemos tenido delitos’. Entonces, si uno mira los datos han bajado todos los delitos en Curanilahue urbano. Eso nos pasa, como que se mezclan esas realidades, pero sin duda, cuando uno ve en los sectores urbanos, como acá en Concepción, o como lo que ocurrió hace unos días en Lota, en que hubo un homicidio, que es un delito tan violento, eso es algo que genera una sensación de inseguridad que es muy profunda en la gente. Siempre va a quedar la sensación que es la sensación de inseguridad asociada a eso y que tiene que ver con el miedo, porque estos delitos son delitos muy graves y violentos.

-En ese sentido, ¿qué es lo que falta?

Falta que podamos seguir avanzando con las campañas hacia los delitos más violentos, como cuando ocurre algo como la pelea de los estudiantes en Lota, donde murió apuñalado un menor de edad, es algo tan violento que marca a la sociedad, pero, aunque haya pasado una vez en cinco años es algo que deja marcada a la sociedad. Ahí hay un trabajo que hacer, pero también hay una labor que es muy urgente respecto a los delitos violentos, que están siendo una realidad. No eran una realidad prepandemia, sin embargo, son una realidad y eso es a lo que nosotros estamos apuntando. Por ejemplo, con el Plan Calle Sin Violencia, con la persecución contra el crimen organizado que presentó el presidente Gabriel Boric, porque son delitos distintos y tenemos que hacernos cargo de manera distinta, porque además tienen efectos en la sociedad que son diferentes.

-En el balance, ¿cuál para usted sería lo más complejo?

Hay varios temas, los de seguridad son temas que se mantienen porque la ciudadanía sigue con miedo y que la ciudadanía tenga miedo quiere decir que no son capaces de vivir completamente, porque me tengo que acostar temprano, me tengo que ir a mi casa temprano, no puedo desarrollar todas las actividades que yo quiero porque me asusto. Eso justamente es una privación de la libertad de las personas. Tenemos que hacernos cargo de eso y la seguridad es un tema que no se puede soltar de ninguna manera y tenemos que seguir avanzando con los buenos resultados que hemos tenido, hasta que esos buenos resultados se puedan traducir en que la gente no tenga miedo. Hay un desafío grande con los temas económicos para nuestra región, siguen siendo importantes. Tenemos una matriz productiva que de alguna forma yo diría que está fuera de moda, está vieja en ese sentido y hay que actualizarla. Tenemos que avanzar a que esa matriz sea actualizada para que las personas no estén todo el rato temiendo que van a perder su trabajo. También, sin duda es un desafío, pero vamos a construir más de 20 mil viviendas en la Región del Biobío. Además, dejar instalado el Plan de Movilidad, vamos a dejar puentes, caminos, una infraestructura que sea, sobre todo, de la provincia de Concepción una infraestructura de conectividad interurbana que también le va a entregar mayor beneficio a la ciudadanía de tiempo libre, de no tener que gastar su tiempo en tacos y de poder tener mayor fluidez. Esto, no quiero que se me olvide, es una coordinación en los temas que tienen que ver con emergencia. Tenemos una Región del Biobío a la que le pegan todas las emergencias, de una forma u otra tenemos todas las emergencias posibles acá en la Región del Biobío y, por lo tanto, hay que hacerse cargo de manera segura y profesional de que tengamos los planes de emergencia que se requieren. Se necesita que la ciudadanía que sea capaz de tomar conciencia de los peligros que tenemos, como los incendios, pero también tenemos las inundaciones, los terremotos, los tsunamis, trombas marinas, un volcán, o sea, tenemos todo.

Y, el vínculo con el sector privado, ¿Cómo se ha generado esa instancia de diálogo? ¿Usted considera que ha sido adecuada en este periodo?

Ha pasado algo particular, donde nosotros como Gobierno nos hemos tenido que meter bastante a resolver problemas de privados. No sé si pasaba en los otros gobiernos, al menos no lo había notado de esa manera. Eso también nos ha dado una cercanía con el mundo privado porque justamente hemos tenido que estar muy vinculados con ellos y la verdad es que a mí me parece que eso es algo sumamente positivo porque hay muchas cosas que nacen de los prejuicios, lejanías que nacen de los prejuicios y que se resuelven justamente con contacto, se resuelven con conocerse. En este periodo hemos tenido contacto con todas las empresas de la región del Biobío, por una situación u otra y también hemos tenido trabajo con ellos, lo que tiene que ver con las mesas procrecimiento, por ejemplo, lo estamos haciendo en conjunto con las empresas privadas. No sólo para llevar adelante e impulsar los proyectos públicos que nosotros tenemos, sino que también los proyectos privados, que nos interesa que avancen rápido, que son importantes para la región. Por lo tanto, tenemos mesas donde nos sentamos con los empresarios de cada uno de los proyectos, viendo cuáles son los problemas que tienen para ayudarlos a avanzar. Más allá de todas las horas que he pasado sentada con la gente del Puerto Coronel o con la gente de Huachipato, por los temas particulares de ellos, hay una relación constante con las empresas.

Sobre las proyecciones, estamos a mitad del período, ¿Los desafíos de la segunda parte?

A mí me gustaría que los legados de este Gobierno sean en dos categorías distintas. Uno el legado de que no existe ningún territorio donde el Estado no llegue. A mí me sorprendió ver que teníamos territorios en la Región del Biobío que se sentían abandonados por el Estado y eso es algo que no podemos permitir. Lo que me gustaría que se dijera de este Gobierno es que no existe ningún territorio en la Región del Biobío, donde el Estado no esté, donde no esté trabajando, no esté ayudando a la ciudadanía. Por el otro lado, quiero dejar una región donde la gente se sienta más segura. Desde el punto de vista de que ‘no puedo no salir a la plaza porque me van a asaltar’, pero también segura desde el punto de vista de que no tengo miedo a que me vayan a quitar el trabajo en tres días más porque puede pasar algo o porque mi empresa va a quebrar, también ese tipo de seguridad. Quiero también dejarla más ordenada desde el punto de vista de la vivienda. Nosotros vamos a construir más de 20 mil viviendas, eso quiere decir que son 20 mil familias menos que tienen problema de vivienda, pero eso no quiere decir que hayamos solucionado todo el problema, quiere decir que vamos a dejar un camino armado para que el problema pueda terminar por solucionarse. Un camino armado de la institucionalidad que tiene que funcionar y con la velocidad que tiene que funcionar para alcanzar a resolver los problemas de la ciudadanía. También nos gustaría que cuando nos fuéramos de este Gobierno la gente pudiera decir que efectivamente hemos avanzado en temas de infraestructura y obras públicas que se requieren. La Región del Biobío con el terremoto del 2010 tuvo que reconstruir su infraestructura pública, vial y, por lo tanto, se pasó los 10 años que siguieron reconstruyendo y no avanzando en la infraestructura que se necesitaba. Lo que tenemos que hacer es ponernos al día con la infraestructura que se necesita para ahora en nuestra región y eso también es algo que nosotros queremos dejar muy avanzado.

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