Tras 56 días de paralización, el Gobierno anunció que hubo acuerdo en Puerto Coronel, uno de los mayores terminales marítimos en la Región del Biobío, lo que implicará que sus trabajadores levantarán el bloqueo y retomarán las operaciones a partir de este miércoles.
El conflicto se destrabó luego de una extensa reunión de mediación, realizada el lunes 20 de mayo en la Delegación Presidencial del Biobío, donde participaron el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, la delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, dirigentes sindicales y la gerencia de Puerto Coronel, donde se logró llegar a un acuerdo entre la empresa y los sindicatos de trabajadores.
En conversación con Diario Concepción, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, entregó detalles respecto a la resolución de este conflicto luego de casi dos meses, la visión del gobierno, cómo procederán desde el puerto más importante de la Región del Biobío, proyecciones, entre otros temas.
“La verdad que estamos muy contentos, esto es importante ya que no solamente fueron ocho semanas de un conflicto en el que entiendo es el cuarto puerto más importante del país, con un impacto enorme en la zona centro sur, en trabajadores, en actividad económica, en impacto de actividad pesquera, un conflicto internacional, porque teníamos contenedores argentinos detenidos durante tres semanas”, dijo el ministro.
“Fueron tres semanas sin conversar. O sea, sin que se vislumbrara un espacio para que este problema pudiese cerrar. Entonces estar hoy día, cerrando con un conflicto que lograba los dos objetivos que nos producimos. Por un lado, que las partes conversaran y, lo segundo, cerramos este lunes una paralización de una empresa que hoy logra volver a ofrecer trabajo, para ser el puerto más importante de esta Región”, agregó.
Este es un conflicto que tenía clara connotación laboral, pero también el puerto es un elemento fundamental del sistema de transporte. Entonces, designar al ministro de Transporte estaba dentro de las posibilidades. La verdad que yo agradezco que, en un contexto de crisis de esta magnitud, de confianza rota, hayan confiado en nuestra capacidad de mediación. Nuestro ministerio se caracteriza por tener mucha relación con gremios de distintos tipos (taxistas, taxicolectivos, buses, camiones, operadores de transporte, etcétera). Entonces la importancia, primero que nada, en relacionarnos, en generar confianza, en resolver conflictos y, por lo tanto, cuando nos pidieron que interviniéramos y que ofreciéramos como nuestros buenos oficios para mediar, lo hicimos con mucha alegría porque entendemos que esto era muy importante.
Nosotros vinimos aquí con dos propósitos. Uno era que el puerto pudiese volver a operar y para eso era clave, primero que nada, sentarse a conversar, que eran dos cosas que nos estaban ocurriendo. Entonces el objetivo era cómo logramos que el puerto volviera a operar. Vinimos el viernes y nos entrevistamos con cada uno de los actores. Aparte de miles de conversaciones con distintos tipos de personas periféricas que están en todos los conflictos y al conversar con las dos con las dos partes observamos que había mucha voluntad de que el puerto volviera a operar.
Así todo era complejo y por eso yo creo que el día de ayer tuvimos una discusión muy conciliadora respecto de las expectativas de lo que esta mediación podía generar. Pero finalmente todo resultó muy bien. Dentro del día pudimos sentar las partes a conversar que no lo estaban haciendo y firmar un acuerdo para que el puerto vuelva o pueda volver a operar.
Y espero que ahora lo que viene a continuación es que se estructure esa mesa de diálogo, que siga la conversación para resolver las diferencias. Importante decir aquí que hubo un trabajo previo en que se avanzó bastante en las diferencias que ellos tienen y eso nos permite estar más conformes con lo que viene. Y esperar que, en este proceso, puedan mantener las confianzas que han estado rotas y que se están empezando a reconstruir primero. Segundo que eso permita ir construyendo un puerto de mayor excelencia, que es lo que lo que se necesita.
Hubo barcos que nos atendieron pero que fueron a otros puertos. O sea, hay actividad que perdió Coronel pero que por ejemplo ganó San Vicente o ganó San Antonio. Hubo camiones que hubo que llevar más lejos y por tanto nuestra competitividad de esas exportaciones empeoró porque el costo de transporte es enorme. También hubo más de mil familias que no recibieron sustento durante dos meses. Eso es enorme como costo social. Además, tenemos una serie de contenedores que están desde estas ocho semanas sentados en el puerto sin poder salir lo que también significa un costo de oportunidad gigante especialmente si lo que está dentro de esos contenedores son productos predecibles.
O sea, yo creo que el puerto está llamado a recuperar tiempo perdido, a volver a recuperar clientes, a volver a recuperar la actividad, a volver a posicionarse como el gran puerto de la zona centro sur de Chile. Tiene una infraestructura que lo permite. Por lo tanto, estoy seguro de que van a pasar unos meses y el puerto va a volver a tener una nueva actividad.
Una tremenda satisfacción, se entendía lo complejo del desafío. He sentido mucho cariño, valoración y admiración por el trabajo que realizó el equipo del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones que contó con la colaboración de distintos actores también, fue importante la delegada, parlamentarios, el mundo gremial, hubo trabajadores que tuvieron que ceder en algunas de sus aspiraciones para poder avanzar a esta vuelta, es decir, acá lo que ha habido, y eso lo he recibido toda la mañana, es una muestra de cariño y aprecio por el ministerio muy grande.
En Chile hay conflictos entre privados siempre, van a seguir habiendo en distintos ámbitos de nuestro quehacer. Lo que pasa es que hay veces las empresas que están en cuestión cumplen un rol público muy relevante y eso, en algunas ocasiones, amerita que el Gobierno esté presente a través de las políticas públicas o a través de la mediación y los buenos oficios. Eso es lo que están viendo en Huachipato y ahora en Coronel. Hay un Gobierno que no es impávido ante este tipo de complicaciones y por eso cuando tenemos conflictos que trascienden de los límites de la propia empresa miramos con atención y buscamos un momento oportuno para poder colaborar desde nuestro rol como autoridad.
Creo que no, porque los dos conflictos son muy distintos. En un caso estamos hablando de un conflicto laboral, en otro caso, estamos hablando de la competitividad de un producto en el mercado internacional. Son cosas bien diferentes. En los dos casos requirieron soluciones bien distintas. Entonces yo diría que tenemos un Gobierno que está atento, que está disponible para poder salir a colaborar y ayudar en el momento en que se necesita. Pero al mismo también teniendo mucho respeto porque los problemas privados se tienen que resolver primero puertas adentro.