La diputada por el Biobío, Karen Medina, es la única militante del Partido de la Gente en la Cámara Baja. Una colectividad que ha ido perdiendo miembros mediante renuncias, y donde la parlamentaria local se mantiene dentro de la tienda del PDG.
A sus recién 42 años cumplidos, Karen Medina es la última diputada militante del Partido de la Gente (PDG) que queda en la Cámara Baja. Una cuestión no menor, entendiendo que en el inicio de este periodo parlamentario el PDG inició su labor con 6 representantes electos en esa entidad del parlamento.
La parlamentaria del Biobío lamentó la gestión interna de su colectividad y lo calificó como una situación preocupante, en conversación con Diario Concepción.
-Hace un mes (el también diputado) Rubén Oyarzo renunció al PDG y acusó maltratos dentro de la colectividad…
-Administrativamente el partido ha funcionado muy mal en este periodo y ha habido una falta de hacer política en la interna, tanto entre nuestros militantes como entre los organismos a cargo del partido. Entonces, este tipo de cosas repercute en las relaciones y en el trato que se ha dado en la interna.
Sigo creyendo que Franco Parisi, quien es el líder por naturaleza de la colectividad, ha sido un liderazgo muy negativo que no ha sumado para poder levantar este proyecto y los resultados están a la vista: en la renuncia masiva que tuvimos de los consejeros regionales electos y también en los diputados. Pasamos de tener 6 diputados electos y a los dos años, tener solo una, obviamente es la evidencia del resultado de una mala política en la interna del partido.
-¿Hubo intentos para realizar lineamientos políticos en el partido? Pedro Gubernatti buscó un comité de apoyo para reencantar a la gente ¿Qué sucedió con este intento?
-Creo que lo mejor que pudo haberle pasado al partido es que Pedro Gubernatti se fuera, porque también era uno de los liderazgos agresivos que había desde afuera y que atacaba a los propios parlamentarios y a los consejeros regionales.
El gran problema que tuvimos ahí, fue que el partido, como parte de su política y de su creación, ofrecía una “democracia digital” que era preguntarle a la gente las decisiones políticas y en ese sentido, nunca se creó ni tampoco se ha creado un reglamento interno de cómo va a funcionar.
Las pocas veces que se utilizó, se hizo mediante una plataforma que daba la impresión que estaba manejada y adulterada a conveniencia de quienes dirigían en ese momento el partido.
Entonces esto terminó siendo un problema, cuando en realidad, era nuestro caballo de batalla. Aplicar la democracia digital en la política, yo sigo creyendo que es una muy buena iniciativa.
-Pese a todo esto ¿Por qué continúa en el partido?
-Hoy tenemos una nueva directiva, donde creo que tenemos probabilidades de levantar el trabajo en la interna del partido y este es mi proyecto. Yo nunca hubiese llegado a la política si yo no me hubiese encantado con esas ideas de una política distinta, por lo tanto yo he decidido tomar el desafío y me mantengo en el partido porque sigo creyendo en los 40 mil militantes, que muchos de ellos queremos hacer una nueva política.
-El ahora expresidente del PDG, Luis Moreno, aseguró que la querella que interpusieron en su contra, va en desmedro del mismo partido y que se trataría de una estrategia para que no les vaya bien en las municipales de octubre ¿Cómo podría repercutir incluso en el Biobío?
-Creo que la transparencia no va en desmedro de nada. La gente agradece los actos de transparencia, sobre todo cuando estamos rodeados de corrupción a nivel de Gobierno Regional, a nivel de ministerios y de política en general.
La gente está aburrida de ver y de apoyar a los mismos de siempre, por lo mismo, el apoyo a independientes también ha subido, por lo tanto creo que la acción que hemos tomado nosotros de fiscalizar nuestro propio partido, más que sumarle algo negativo, demuestra lo que queremos hacer como partido político, es la fuerza en la que yo creo, que es la transparencia.
A nivel de región, creo que estamos en las condiciones de muchos otros partidos, que no tienen candidatos, porque mucha gente ya no quiere tomar el riesgo de asumir alguna responsabilidad política, estamos conversando en sumar, en fuerzas políticas, pero esas conversaciones son difíciles. Creo que estamos en las mismas condiciones de Chile Vamos y Republicanos, la única diferencia es que actualmente estamos sin recursos económicos por las malas gestiones anteriores. Pero políticamente, todos los partidos están en una condición muy similar a la nuestra.
-Personalmente, ¿Cuáles son sus proyecciones dentro del partido?
-Hay cosas que tengo que evaluar porque si yo quiero seguir en la política, y veo que este proyecto ya definitivamente no levanta porque no tiene la gente que esté a la altura, tendría que pensar sobre mi permanencia o si me sumo a otro proyecto, o de lleno, si sigo en la política o no.
Son decisiones que debo tomar en algún futuro, pero hoy en día estoy enfocada en dar una nueva oportunidad al partido y darle el apoyo a nuestros candidatos a nivel regional sobre todo.