Dirigentes y congresistas evaluaron panorama actual de postulantes y el debate se centra en necesidad de legislar o no cuota de género a nivel de elección alcaldicia.
De 22 candidaturas a elecciones primarias municipales inscritas para las elecciones primarias del 9 de junio en Biobío, las cuales buscan definir postulante único/a para el proceso electoral de alcaldes programado para el 27 de octubre, solo dos son mujeres, es decir, un 10%.
Un porcentaje que preocupa a diversos sectores políticos. Sobre todo, tomando en cuenta además que, en la última carrera a alcaldías del 2021, de 33 comunas solo en 4 existen alcaldesas mujeres.
“Lo conversamos entre nosotros, está bastante difícil poder que algunas compañeras asuman ese desafío, porque siempre es mucho más complicado para las mujeres. Se ha avanzado, pero en realidad estamos lejos todavía de lo óptimo. Así que, por lo menos, nosotros ahora, en la carrera al Gore, estamos solicitando entre nosotros mismos los partidos presentar dupla, hombre y mujer, cada uno de los partidos, para después llegar a elegir, por lo menos, a una persona que asuma ese desafío. Pero está presente, es un tema que a nosotros nos preocupa mucho como partido”, dijo Aurora Benavides, presidenta regional de Revolución Democrática.
En tanto, Claudio Eguiluz, presidente regional de Renovación Nacional, también estableció que la cuota de género es tema para su partido.
“Nosotros propiciamos la participación de mujeres, eso queda demostrado en la cantidad de concejales que tenemos, si eso no se da en alcaldes es por otros motivos”, dijo.
Explicó que en su partido se generan acciones para logra posicionar a mujeres, pero que, en algunos casos, terminan priorizando la familia. También desestimó que una ley que regule que se presente un porcentaje de candidatas mujeres ayude para tal efecto.
De acuerdo con una publicación de la Biblioteca del Congreso, vinculada al tema género y con fechas 2021, la Ley 20.840 establece un sistema transitorio de aplicación de cuotas para la inscripción de candidaturas femeninas a elecciones parlamentarias que define un techo máximo de representación, donde ningún género puede sobrepasar el 60% de participación en el total de registro de postulaciones al Congreso Nacional. La cuota fue establecida para las elecciones de 2017, 2021, 2025 y 2029, y ya dos elecciones se han realizado bajo esta condición.
Según la misma publicación, es explica que, para estas cuatro elecciones, la norma contempla incluso destinar un financiamiento especial a las candidaturas parlamentarias femeninas, que consiste en entregar un incentivo económico directo a los partidos políticos que tras la elección resulten con una candidata electa parlamentaria, y un reembolso adicional directo para las candidatas mujeres respecto del ejercicio de su gasto electoral.
A lo anterior, se suman además de un par de medidas de carácter permanente destinadas a los partidos políticos. “Se trata de cambios a la Ley Nº 18.603 que incorpora como una más de las funciones legales de un partido político establecido, la promoción de la participación política inclusiva y equitativa de la mujer, y que adjudica al menos el 10% del financiamiento estatal a los partidos políticos para ser utilizado exclusivamente en la promoción de la participación política de las mujeres”, destaca.
En el balance, a la fecha, la cuota de género ha sido efectivamente aplicada en las dos últimas elecciones parlamentarias, aumentando la representación femenina en el Congreso.
“Además, el desempeño de las candidaturas femeninas en la elección de 2021 fue más alto que en el año 2017. Pero, este resultado no podría ser evaluado solo respecto de la aplicación de la cuota, ya que entre la primera y segunda elección parlamentaria realizadas bajo este sistema, se registró además la elección de convencionales constituyentes establecida bajo el criterio de paridad electoral, lo que corrigió el incentivo de la cuota con énfasis en el resultado paritario de la elección, lo que junto a otras variables, podría haber influido en el comportamiento de los partidos políticos en la realización de campañas electorales”, finaliza.
El punto es que en material municipal y tampoco para gobiernos regionales no existe legislación que favorezca la participación de mujeres.
La alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, una de las cuatro jefas comunales que hay en la Región, también manifestó críticas.
“Esto da cuenta de una realidad país. Nos sigue faltando mucho en materia de género. Tenemos que potenciar y hacer escuelas de liderazgo femenino, feministas también. Es importante que nosotros hagamos educación en ese tema y también hacer el llamado a los partidos políticos de que siguen privilegiando a hombres para apostar a los puestos de poder. Nosotros debemos tener representación femenina en el poder político público. Tenemos que tomar las decisiones que influyen en la vida de las personas porque somos más del 50% de la población y no se ve reflejado en la puesta de cargos públicos por parte de los partidos políticos en general”, destacó la jefa comunal.
La presidenta regional de la DC, María Carolina Inostroza, también reconoce el problema y ve que la solución pasa por educar en la materia, más que buscar una solución legislativa.
“Más allá de un tema legislativo para los partidos políticos, tiene que haber un cambio en lo educacional. La raíz de muchos de muchos problemas, las soluciones tienen que ir en el fortalecimiento del tema educacional y una educación desde lo inicial. Lamentablemente no podemos entrar a las casas de cada familia a cambiar ahí cómo se crían a las mujeres. Pero, si nosotros tenemos la responsabilidad y más los que estamos en el servicio público, el incentivo a la participación de mujeres debe estar no solo en la política, sino que en todo sentido más social”, indicó.
Observado el problema desde la academia, también hay una postura que evalúa con preocupación la falta de mujeres a nivel municipal en política.
Jeanne Simon, académica de la UdeC y experta en política, explicó también que pese a que se podría legislar a nivel nacional o de listas nacionales por partido respecto de candidaturas a alcaldes o alcaldesas -es la única forma, debido a que se trata de elecciones unipersonales-, lo más indicado es que se produzca un cambio cultural respecto de cómo votan las personas en Chile, donde el 50% de electores son de género femenino. También responsabilizó de este problema a la fragmentación que han sufrido los partidos en los últimos años.
“Si queremos tener una buena selección, necesitamos empezar desde pequeñas. Entrenar, que participen en la política. Igual hay hartas mujeres en la política en distintos espacios y justamente, como los partidos, yo diría reducir los costos asociados a la participación son clave”, dijo Simon.