Existe voluntad desde la derecha para llegar a un consenso con el Gobierno, aunque persisten algunas diferencias, sobre todo en el porcentaje a reparto que potencia el Ejecutivo.
Con una nueva fórmula, y con parte de la oposición abriéndose al debate, el Ejecutivo vuelve a poner sus fichas en la Reforma Previsional. Incluso, desde el Gobierno valoraron los dichos de algunas tiendas políticas de derecha, sin embargo, aseguran que falta sumar más voluntades.
Hasta el momento, dentro de Chile Vamos, el diputado Diego Schalper (RN), ya señaló que su sector siempre ha “estado abierto a llegar a acuerdos”, complementando que están disponibles en Renovación Nacional a evaluar mecanismos de solidaridad.
Ahora bien, parlamentarias de oposición del Biobío también manifestaron estar abiertas al diálogo respecto a lo destinado a solidaridad; aunque, a decir verdad, las posturas están divididas y hay mucho por detallar.
Lo que sucede es que el 6% adicional, prácticamente la esencia de la reforma, ha tenido sustantivas modificaciones -señales de flexibilidad del Ejecutivo- puesto que en un principio el total iba al fondo común de reparto.
Ante la negativa de la oposición, como se dijo, el Ejecutivo adoptó ciertas modificaciones a la fórmula principal, siendo la última presentada de la siguiente manera: 3% a seguro social, 2% a la cuenta de capitalización individual y 1% a fortalecer el empleo y la formalidad laboral de las mujeres.
Aunque la diputada, Flor Weisse (UDI), dijo que “siempre estamos dispuestos a dialogar”, recalcó que “no vamos a ceder que los fondos de cotización adicionales vayan a reparto”. Agregó que a pesar de que se puede “avanzar en la materia, no compartimos la propuesta del Presidente (Gabriel) Boric que quiere que los que trabajan en formalidad, con todas las obligaciones que eso conlleva, financie las pensiones a los que trabajan con informalidad”.
En efecto, la diputada Weisse manifestó su propuesta para avanzar en las conversaciones con el Ejecutivo. “Avancemos en conversaciones y, propongo para ello, colocar sobre la mesa el aumento de la PGU (Pensión Garantizada Universal), eso es rápido y el ambiente está muy positivo para ello”.
Las palabras de la diputada Weisse no estuvieron muy lejos de la también diputada, Marlene Pérez (Ind-UDI), quien subrayó que “alcanzar un consenso en materia de pensiones es crucial para el bienestar de nuestros pensionados, tanto actuales como futuros”, aunque clarificando que el acuerdo no puede ser “a cualquier costo ni a expensas de los ahorros de los trabajadores ni el empleo”.
Para Pérez, el Gobierno sí tiene la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el Congreso avanzando en lo que hasta ahora se ha logrado, ya que “más allá de las diferencias, yo y muchos parlamentarios estamos comprometidos a avanzar en un acuerdo siempre y cuando se priorice la mejora inmediata de las pensiones y se proteja la propiedad de los puntos adicionales de cotización”.
Por su parte, la diputada, Karen Medina (PDG), señaló que “estamos abiertos a discutir los porcentajes y a mejorar las indicaciones del Gobierno. La idea del autopréstamo es una solicitud del Partido de la Gente así que lo vamos a apoyar, ya que es un paso en la dirección correcta”.
A ello, Medina agregó que “la fórmula propuesta aborda algunos de los desafíos actuales y ofrece soluciones que podrían beneficiar a amplios sectores de la sociedad”.
Para el diputado DC, Eric Aedo, la nueva fórmula presentada por el Gobierno significa que este “cede y da un punto más a la capitalización individual, pero claramente es insuficiente para alcanzar un acuerdo. Tampoco se entiende que con los recursos de pensiones se pretenda financiar las salas cunas, eso no parece una buena idea”.
“Creo que tanto el Gobierno como la oposición deben dejar sus posturas tan ideologizadas y avanzar en una postura que sea más equilibrada y razonable. Para nosotros sigue siendo la mejor opción el 3% para capitalización individual y 3% para solidaridad. (…) Vamos a apoyar la reforma, pues es necesaria, y lo haremos en la medida que sea equilibrada”.