Política

Exrector Parra y académicos compartieron relatos de la sobrevivencia cultural de la UdeC a la Dictadura

Augusto Parra Muñoz, Alejandra Brito Peña y Armando Cartes Montory conversaron sobre cómo desde las aulas la Universidad de Concepción resistió la intervención de los militares en la Institución.

Por: Diario Concepción 17 de Septiembre 2023
Fotografía: Isidoro Valenzuela.

En la Región del Biobío la Universidad de Concepción fue uno de los epicentros de la intervención militar tras el Golpe de Estado de 1973, por lo mismo, la conmemoración de los 50 años del quiebre democrático tienen un sentido especial para la Casa de Estudios.

El pasado miércoles 13 de septiembre, en el Auditorio Universidad de Concepción se realizó el conversatorio ‘Memoria, Derechos Humanos y Democracia. Un aporte desde una Universidad Pública’, en el cual participaron el exrector de la Institución, Dr. Augusto Parra Muñoz; la Directora del Proyecto InES Género, Dra. Alejandra Brito Peña; y del académico de los Departamentos de Historia y de Administración Pública y Ciencia Política, Dr. Armando Cartes Montory.

Los expositores dieron cuenta de cómo la Universidad fue tomada por la Dictadura desde el 11 de septiembre de 1973, interviniendo ésta con acciones como el cierre de las carreras de Periodismo y Sociología, además del mantenimiento de la carrera de Pedagogía en Historia, pero eliminando asignaturas relativas a la historia social chilena.

Pero asimismo, explicaron cómo se mantuvieron firmes en la convicción democrática de la Universidad de Concepción, la cual fue clave para la lucha contra la dictadura y la reconstrucción democrática.

Uno de los que sufrió con esto fue el Dr. Augusto Parra, quien en 1981, por razones estrictamente políticas fue privado de su calidad de Profesor Titular de la Casa de Estudios por decisión del Rector delegado por la Dictadura, Guillermo Clericus Etchegoyen.

El exrector relató cómo era hacer clases en la Facultad de Derecho, las que siguió haciendo como profesor asociado en esos años. Eran momentos donde al interior de las aulas incluso habían soplones:

“Hubo una resistencia de carácter estrictamente universitario que se vio en las aulas. Los Académicos sabíamos que estábamos bajo control permanente, recibíamos recados, advertencias, con frecuencia, sin embargo, lo que mandó en las aulas de esta Universidad fue un porfiado ejercicio de la libertad de cátedra y de conciencia”, dijo.

Armando Cartes Montory, quien durante la dictadura estudió en la Facultad de Derecho y fue alumno del Dr. Parra, contó cómo eran esas clases:

“De él (Dr. Parra) aprendí la valentía profunda y la tolerancia. Un día estábamos en clases, habían tremendas protestas fuera de Derecho, estudiantes contra carabineros, gritos, palos y bombas. En eso entró una lacrimógena por la ventana, quebró el vidrio y todos salimos corriendo, mientras que don Augusto, con la mano en la espalda, sin conmoverse, sin pestañear, dijo ‘no están dadas las condiciones, jóvenes, vamos a suspender la clase’”, afirmó.

Por su parte, la Dra. Brito, explicó cómo la producción de conocimiento fue intervenida:

“Las carreras de Ciencias Sociales en las universidades chilenas fueron en su mayoría cerradas, porque eran peligrosas, era el espacio en el cual se generaban ideas que se podían transformar en estrategias políticas. Es interesante pensar que las carreras de Historia no se cierran ¿Qué hace que aún en dictadura que una carrera altamente politizada no se cierre? La respuesta la dice la misma disciplina: la Historia se transforma en el principal mecanismo a partir del cual se instalan deliberados discursos. Es decir, la dictadura cívico-militar necesita un discurso histórico que legitime el régimen”, señaló.

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