Mientras, desde el Gobierno se valoró el ingreso para su tramitación en el Congreso, desde el Gobierno Regional se criticó su contenido y se sostuvo que no ayuda a la descentralización real, al crear la figura de los jefes regionales. En tanto, los senadores coincidieron en que el compromiso presidencial en esta materia no se cumple.
Bastó que el gobierno ingresará a tramitación en la Cámara de Diputados y Diputadas el proyecto de ley para eliminar la figura de las y los delegados presidenciales regionales y provinciales para que la polémica se instalara.
Se trata de un tema que fue compromiso de campaña del actual Mandatario y una sentida aspiración en los gobiernos regionales que pretenden tener más atribuciones para el ejercicio del poder político en los distintos territorios.
Y la crítica llegó por el contenido de dicho proyecto, que, en simple, si bien elimina la figura de las y los delegados presidenciales los reemplaza por el de los jefes regionales y provinciales, que en la práctica serán los representantes del Presidente y ejercerán en su nombre las facultades que este tiene en cuanto al manejo del gobierno interior, en particular en materias de seguridad y coordinación con el resto de los representantes del gobierno central, es decir, los seremis.
Así en el texto ingresado al Congreso se sostiene que la nueva figura de jefe o jefa regional de Gobierno Interior tiene además de la función de coordinación de la Administración del Estado en la región para el ejercicio de las atribuciones del Presidente de la República y le corresponde la coordinación con los gobiernos regionales.
De esta forma, dada sus competencias, la dependencias de estos nuevas/os jefes regionales y provinciales estará en el ministerio del Interior.
Además, el proyecto agrega una nueva disposición transitoria, que establece que las modificaciones tendrán efecto sólo una vez se dicte la ley orgánica referida.
Y los primeros en manifestar su descontento con el contenido de este proyecto fueron los gobernadores regionales, a través de la asociación que los reúne en el país. Mediante una declaración pública sostuvieron que “recibimos con desconcierto y malestar el contenido propuesto en el proyecto de ley, en el que a nuestro juicio sólo se da una respuesta formal a un compromiso de temporalidad adoptado por el presidente Gabriel Boric durante su campaña, pero en el fondo del mismo sigue existiendo una figura de tutelaje ante los gobernantes electos democráticamente en cada una de las regiones del país”, indicaron.
Esta postura fue ratificada por el gobernador regional (s) Rodrigo Martínez, quien fue particularmente crítico a la hora de resumir qué era lo que no gusta de lo presentado por el Ejecutivo.
“En primer lugar, las competencias de coordinación de las inversiones de los servicios públicos, que hoy es una competencia del Gobierno Regional, las traspasa a esta figura de Gobierno Interior. Es, sin lugar a dudas, grave. En segundo lugar, vuelve a representar el tutelaje político central en la figura de un jefe por sobre simbólicamente la figura de una autoridad regional electa, sea cual sea ésta y sea en cualquiera de las 16 regiones del país. Y, en tercer lugar, lo hace más grave, porque aquí había la palabra de traspasar poder a los gobiernos regionales y esa palabra no se está cumpliendo”, sostuvo.
Mientras, de la otra vereda, la delegada regional Daniela Dresdner, que representa actualmente al presidente de la república en el Biobío, explicó que lo presentado es un proyecto, que debe ser discutido y consensuado en la discusión legislativa y que en ningún caso se busca socavar el proceso descentralizador, ni menos la figura de los gobernadores regionales.
“Aquí lo que se busca es entregarle al gobierno en las regiones una posibilidad de coordinación, organización interna que es extremadamente necesaria también para la descentralización de las regiones. Si la coordinación es solo nacionalmente, entonces no tienes ninguna manera de poder generar las coordinaciones regionales que son necesarias. En ese sentido, la figura que coordina es necesaria para el funcionamiento del estado”, aseveró la autoridad.
Quienes tampoco quedaron al margen de este nuevo debate político fueron los senadores en ejercicio en la región, quienes coincidieron en que lo que se propone con el reemplazo de las y los delegados por las y los jefes regionales no es lo que había anunciado el propio Presidente en campaña. Así lo estimó el senador Enrique Van Rysselberghe (UDI), quien desde ya le ve poco futuro a la iniciativa.
“La propuesta presentada por el gobierno no elimina la figura del delegado presidencial regional o provincial, sino que sólo le cambia su nombre, lo cual es totalmente contrario al compromiso del presidente Boric, de eliminar esta figura del organigrama del estado, pero lo que es peor, no cumple con otro compromiso presidencial y una demanda de todas las regiones del país, de transferir más atribuciones y competencias a los gobernadores regionales para que exista una real autoridad regional empoderada. Por lo anterior, y ante la total falta de coherencia con los compromisos presidenciales, es que creo que este proyecto de ley presentado por el gobierno no tendrá una tramitación exitosa en el Congreso”, dijo.
En la misma línea el senador Sebastián Keitel (EV), también enfatizó en que el proyecto no es lo que se había prometido.
“Una vez más el presidente no cumplió su compromiso con los gobernadores, porque el proyecto que ingresó para reemplazar la figura de los delegados presidenciales, es solo cosmético. No hay un real cambio en las funciones, ni mucho menos, existe la pretensión de fortalecer la descentralización con una iniciativa de estas características. Yo hubiese esperado que se avanzara en mayor autonomía para quienes fueron electos democráticamente y no continuar con esta suerte de tutelaje a cargo de los futuros jefes regionales como los denomina el gobierno”, dijo.
Finalmente, el senador Gastón Saavedra (PS), en un tono más suave, de todas maneras dejó ver su descontento con el proyecto, en especial porque la nueva propuesta constitucional que se discute podría dejar sin efecto lo que busca regular este proyecto de ley.
“Hubiera esperado un tiempo, pero bueno, el Presidente estimó. No es el momento más oportuno para un proyecto como este y al mismo tiempo no cumple con el compromiso anterior de terminar con estas representaciones en las regiones del Ejecutivo (…) Pese a que hay otro proyecto de ir fortaleciendo en términos de facultades y recursos a los gobernadores regionales, lo que ocurre es que usted tiene en la región dos mandos y eso evidentemente debilita la gestión”, afirmó el parlamentario.