Ante las complejidades internas que vive el partido, parlamentarios y autoridades de la colectividad abordan la carta presentada por militantes y una hipotética entrada al Gobierno.
Son tiempos difíciles los que se viven actualmente dentro de las filas del Partido Demócrata Cristiano (DC). El fracaso en las elecciones para el Consejo Constitucional, donde no consiguieron ningún escaño en conjunto a su coalición política, “Todo Por Chile”, catapultó una crisis política e identitaria que se suma a la renuncia de varios de sus históricos militantes.
Ahora, dirigentes y rostros históricos de la falange en el Biobío se refieren y analizan la actualidad del partido a partir de la conocida carta que más de 100 adherentes de la DC a nivel nacional, firmaron bajo el nombre “Aún estamos a tiempo”, la cual fue entregada a las respectivas autoridades de la colectividad, y que, en sus primeras líneas, expresa que “el resultado de las recientes elecciones para el Consejo Constitucional demuestra claramente que nuestro partido prácticamente se encuentra a punto de desaparecer del escenario político (4% del electorado)”.
Además, los consultados también evalúan los escenarios posibles que pueda tomar la DC, como el sumarse a una coalición electoral con la izquierda, y el alinearse con las reformas profundas que impulsa el Gobierno.
La citada carta también interpela a la cúpula del partido a propósito de los resultados en la elección de Consejeros y Consejeras Constitucionales, haciendo una petición firme hacia la directiva nacional a dar por superada la estrategia de la alianza con el PPD y los Radicales, la que concluyó con un “fracaso electoral y el aislamiento al que se está conduciendo al partido”.
El militante local de la DC, Pedro Vera, explicó que los resultados del balotaje generó un nuevo escenario político, y para el caso de su colectividad, se configuró en uno grave.
Además, resaltó que, debido a los últimos acontecimientos políticos vividos en el país, se ha levantado el “falso de dilema” sobre si la DC debe o no entrar al Gobierno, enfatizando en que el apoyo que su bando prestó al Gobierno para que se constituyera en La Moneda fue decidido con la idea de mantener un carácter de “colaboración con autonomía”.
Además, reforzó que en toda democracia sana es la administración de Gobierno la que invita a los partidos formalmente a integrarse al Ejecutivo, o bien, los partidos deciden su actitud a través de procesos internos, y “ninguna de esas cosas ha ocurrido”, dijo Vera.
En ese punto, el alcalde de Concepción y también militante DC, Álvaro Ortiz, dijo que “hasta el momento, la Democracia Cristiana mantiene el acuerdo de la Junta Nacional donde se aprobó apoyar la candidatura en segunda vuelta de Gabriel Boric, sin condiciones a cambio y sin integrar el Gobierno, eso es lo que está vigente y habrá que resolver situaciones en esa vía”.
Además, fue claro al advertir que “antes de decidir sí ingresar al Gobierno o no, tenemos que ver cuáles son los puntos que nos unen y cuál sería nuestro aporte en un hipotético ingreso al Ejecutivo, y eso es lo primero que tenemos que ver antes de decidir ingresar. Todo es conversable. (…) No soy partidario de ingresar a un Gobierno solamente para tener puestos, sería lo peor”, señaló Ortiz.
En la misma disyuntiva, el diputado, Eric Aedo (DC), fue enfático en decir que “el peso del acuerdo no está en la Democracia Cristiana, está en el Gobierno”, pero que sin invitación “me parece que es como andar mendigando para que te inviten a una fiesta, y por lo menos yo, nunca he mendigado para entrar a una”.
“Creo que hoy no están esas condiciones, el presidente del partido (Alberto Undurraga) ha sido sumamente claro en que la DC puede avanzar en un pacto electoral y político con el oficialismo, pero no hoy entrar al Gobierno. Y, por otra parte, no ha habido ninguna acción concreta del Gobierno”, dijo Aedo.
Dentro de los otros objetivos que propone la carta, se encuentra la conformación de una gran coalición de izquierda para enfrentar las próximas elecciones municipales, (27 de octubre de 2024).
Al respecto, el diputado Aedo indicó que “es algo que los diputados de la Democracia Cristiana hemos planteado con mucha claridad antes de esta carta. En ese sentido, hay concordancia en lo que nosotros estamos planteando y lo que plantean los militantes en la carta”.
En esa línea es que Ortiz dijo que “generar un pacto electoral con diferentes entidades de centro izquierda, (…) es una estrategia y es un plan propuesto que me parece”.
Por su parte, el presidente regional de la Democracia Cristiana, Marcelo Yevenes, hizo un alto y dijo que “lo que tenemos que hacer primero es aclararnos nosotros. Lo más importante es que las ideas sean las que estén claras para tener un discurso unitario como partido a nivel nacional. (…) Tenemos que tener una posición única como la tuvimos siempre”.
El alcalde de Penco, y también integrante de la DC, Victor Hugo Figueroa, indicó que la conformación de una gran coalición de izquierda puede ser una de las soluciones para el momento que vive el partido. “Soy de los que cree que eso podría ser una alternativa, estamos hablando de que aún es tiempo para lograr la sobrevivencia de la Democracia Cristiana. (…) Sí, pienso distinto en lo de entrar al Gobierno, porque estamos hablando de una alianza electoral que es transitoria y otra cosa distinta es entrar al Gobierno. Y en eso, yo soy de los que cree que la DC no debería entrar”.
Seguido a las primeras líneas del comunicado que tienen relación con el poco electorado que representa la DC, se expone que “esto deja en evidencia que, más allá del coraje y testimonio de candidatas y candidatos y del abnegado trabajo de nuestras bases militantes, la democracia cristiana ha perdido arraigo en la sociedad chilena, su proyecto no es nítido, y encuentra serios problemas para ser identificado, comprendido y seguido en el actual contexto político”.
Sobre la propuesta de un acuerdo político con otros sectores el documento hace énfasis en que esto debe ser “sin exclusiones, de todas las fuerzas sociales y políticas de izquierda y la DC, (…) y en lo inmediato, apoyar las reformas que impulsa el Gobierno”, con foco en las reformas profundas de previsión, salud y reforma tributaria.
Además, se incluye la voluntad de hacerle un frente a la “derecha tradicional o extrema”, descartando cualquier acuerdo político con aquellas facciones, enfatizando en que “el partido debe denunciar y combatir el afán desestabilizador no disimulado de algunos sectores políticos y socio-económicos contra el actual gobierno, cuestión que ha ido escalando preocupantemente”.
Sobre estos puntos que propone la carta, Pedro Vera señaló que “esta discusión decisiva importa al futuro del país y no sólo al futuro del partido demócrata cristiano”.