Sobre llamado a votar nulo en la elección de este domingo, senador Juan Ignacio Latorre dice que es irresponsable y que solo favorecería auge de sectores de extrema derecha.
El senador y presidente nacional de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, visitó Concepción en el marco de los cierres de campaña de los candidatos y candidatas al Consejo Constitucional.
En ese contexto, Diario Concepción sostuvo una conversación con el presidente de uno de las facciones de Gobierno.
Latorre habló sobre las expectativas de la elección para este domingo y en relación a un eventual protagonismo de los votos nulos y blancos dijo que “si son mayoritarios nos enfrentaríamos a un escenario de pérdida de legitimidad”.
En todo caso, el parlamentario de Valparaíso aseguró que no cree que haya un incremento mayor y califico como irresponsable el llamado a votar nulo o blanco.
Hay que distinguir lo que el gobierno está impulsando y pongo como ejemplo, a modo de evaluación en este primer año, el aumento del salario mínimo, el más importante en 25 años, el acuerdo de Escazú en materia medioambiental, la presentación del proyecto reforma a pensiones, la reforma más estructural que se ha planteado a las AFP en 30 años de democracia.
Además, la ley de 40 horas que el gobierno patrocinó y la sacó adelante en un diálogo tripartito y con la oposición también salió adelante. El proyecto Royalty Minero que lo vamos a votar a la vuelta de la semana distrital en el Senado que va a recaudar aproximadamente 0,5 puntos del PIB a la gran minería sin invariabilidad tributaria, el proyecto que se presenta también la próxima semana sobre descentralización fiscal, muy importante para la región.
Es verdad que hay mucha influencia de los partidos políticos, y en eso la gente, si uno mira todas las encuestas, desconfía de los partidos políticos. En mi opinión es positivo (voto obligatorio) que se esté reinstalando en Chile porque creo que culturalmente el voto aparte de ser un derecho político, también es un deber cívico. Pero claro, la gente dice ‘me están obligando a votar’, y, por tanto, a veces, vota desde esa apatía nulo o blanco o bien puede votar desinformado.
Es adverso, en un Gobierno que, de manera anómala, se va a enfrentar todos los años a elecciones. Por tanto, cada elección va a ser una especie de plebiscito al gobierno, eso es inevitable. (…) A pesar de todo el escenario adverso, a pesar de la apatía, a pesar de las encuestas, la desaprobación, la lista Unidad Para Chile, que es una lista oficialista, donde está Apruebo Dignidad con el PS y los Liberales, va a ser de las listas más votadas en competencia. Eso yo lo pronóstico para el día domingo.
A lo que voy es que creo yo que la lista Unidad para Chile va a tener un buen respaldo ciudadano, otra cosa es que la representación en el Consejo sea mayoritaria, y obviamente nosotros estamos porque haya un pacto en el Consejo Constitucional de equilibrio de fuerzas donde, Unidad para Chile, va a tener que pactar con la centro derecha democrática, como lo hicimos para habilitar este proceso con los 12 puntos de las bases, para sacar una Constitución que sea aceptada transversalmente por los distintos sectores.
Y volviendo a los números de votos nulos y blancos ¿En qué porcentaje uno pudiese hablar de que el proceso, tomando en cuenta que siempre es legítimo, puede ser menos válido? ¿Ustedes tienen alguna proyección de cuánto van a ser?
Es difícil pronosticar, pero yo diría dos cosas. Uno, el llamado a esa campaña a votar nulo o blanco, a abstenerse en este proceso, frente al auge real de la extrema derecha -porque ese llamado viene más bien desde la izquierda- que no sólo quiere el status quo, sino que incluso quiere retroceder respecto de la constitución del 80’, que ya es muy conservadora, yo creo que es irresponsable hacer ese llamado.
Habiendo un espacio de disputa democrática, creo que hay que tomar los espacios y jugar el partido, la cancha. Esa es mi opinión política respecto a esa campaña de voto nulo y blanco. Y respecto al porcentaje de votos, claro, si la lista de los nulos y blancos es la mayoritaria de todas, obviamente nos enfrentamos a un escenario de pérdida de legitimidad simbólica del proceso.