Presidente nacional de la UDI: “La apatía termina mermando la democracia”

03 de Abril 2023 | Publicado por: Jorge Enriquez
Fotografía: Javier Macaya | Foto:Carolina Echagüe.

Senador Javier Macaya y escaso ambiente electoral. Parlamentario gremialista estuvo en Concepción para respaldar a postulantes de su partido al Consejo Constitucional. Destacó que se debe tener cuidado con el populismo.

“La apatía y el pesimismo son el mejor aliado del populismo”, dice el líder nacional de la Unión Demócrata Independiente (UDI), senador Javier Macaya, para referirse a la falta de ambiente electoral que hay a poco más de un mes de los comicios para elegir a los 50 integrantes del Consejo Constitucional, de los cuales en Biobío se eligen a tres.

Macaya visitó Concepción para respaldar las candidaturas de militantes de su partido al nuevo órgano constitucional y habló con Diario Concepción.

“Hay gente que puede aprovechar este momento de apatía, de desinterés, quizás para que irrumpa el liderazgo de tipo populista, que yo tiendo a pensar que es lo más peligroso y puede ser de ambos extremos de las veredas políticas”, explica Macaya.

-En ese sentido, esa apatía se evidencia ante el proceso constituyente, ¿Cómo lo analizan en la UdI?

Nosotros entendemos que hoy día el proceso quizás no ha tenido la visibilidad y hay mucha apatía, mucho desconocimiento de lo que está ocurriendo. Pero la UDI se tomó este proceso en serio y como se lo tomó en serio, puso nombres en serio. Por eso elegimos personas con reconocimiento y que, si lo comparamos con el resto del espectro político, aunque las comparaciones siempre pueden ser odiosas, nos damos cuenta que lo que ocurre acá en el Biobío, también se repite con nombres con trayectoria como Edmundo Eluchans o Rodrigo Delgado, que demuestran que nos tomamos este proceso en serio. Agradecemos, sobre todo, la generosidad de las personas que estuvieron disponibles para dar un paso hacia adelante en un momento importante para Chile, porque si bien es cierto que hay apatía, desconocimiento del proceso, lo que se juega es mucho y nosotros vamos a trabajar con nuestros mejores hombres y mujeres para el éxito de este proceso. Hay un riesgo de que si finalmente al proceso se incorporan personas que desde adentro tratan de aportillarlo, ya sea del extremo izquierdo o del extremo derecho, este proceso puede fracasar y nuestros nombres van a trabajar con mucha fuerza para que eso no ocurra.

-Por otro lado, tenemos que este mismo proceso está inserto también dentro de algo histórico, que es la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar. ¿Cómo analizan ese momento y lo proyectan dentro de este contexto?

No repetir errores del pasado tiene que ser un mantra para este proceso constituyente y en los 50 años, probablemente, puedes repetir exactamente la misma frase. Las razones que llevaron a Chile a una polarización que llevó al 11 de septiembre. Cada uno tiene su análisis y su perspectiva histórica, pero que seamos capaces de no volver a repetir esos errores, más allá del diagnóstico y la perspectiva histórica que cada uno de nosotros tenga sobre cuáles son esas razones y tener la capacidad de mirar hacia el futuro para cerrar un ciclo y tener una buena Constitución significa cerrar un ciclo. Y hay que cerrarlo sin repetir también los errores del pasado proceso constituyente, que fueron excesos refundacionales que pretendieron hacer de Chile un país absolutamente diferente al que hemos construido entre todos, básicamente en los últimos 50 años. Tenemos una oportunidad para no repetir los errores del pasado y en eso la perspectiva de los 50 años también te permite decir cómo somos capaces de que la polarización, la violencia, como una forma de conseguir objetivos políticos, que es algo que es similar al contexto histórico de los 50 años, pero también muy atingente al octubrismo y a lo que ocurrió desde octubre del año 2019.

-Entonces…

Nunca más repetir esos errores y mirar hacia el futuro y cerrar los ciclos y tener la capacidad de construir entre todos una posibilidad de cerrar esto, y que ojalá que en diciembre más de un 80 por ciento de los chilenos, le haya dicho que sí a esta nueva Constitución. Tenemos un largo camino por recorrer y que gente como Jorge Ulloa o Victoria Pincheira se sienten en el Consejo, va a ser un primer anticipo de que ese camino va a ser exitoso.

-¿Qué significa una buena Constitución?

Tener lo mejor de lo que es nuestra historia y nuestra tradición constitucional. Y en eso hay bastante evidencia que nuestra actual Carta Fundamental ha permitido un desarrollo notable del país en los últimos 40 años, como nunca antes se ha vivido y que nos hizo posicionarnos como el país con mejor desarrollo humano de Latinoamérica, pero incorporándonos a los desafíos del siglo XXI, que tienen que ver con la importancia, por ejemplo, del tema del medio ambiente sin convertirlo en anti extractivismo. La importancia que tiene el enfoque de género, la importancia que tiene el reconocimiento de nuestro pueblo originario sin tener plurinacionalidad. La importancia que tiene la cuarta revolución industrial y tener ciertas cuestiones de lo digital, de la tecnología regulado a nivel constitucional. O sea, es entender de que nuestra Carta Fundamental actual fue muy importante en los mejores años de la historia para Chile recoger lo mejor de eso, pero actualizarla al siglo XXI y con los desafíos que tiene el siglo XXI. Y eso, evidentemente, no era lo que fracasó el 4 de septiembre, que era una carta fundamental que iba a ser absolutamente refundacional y que estuvo a punto de mandar a Chile al precipicio.

Política en regiones

-En la región se percibe baja actividad política u organizada, ¿cuál es la responsabilidad a nivel nacional de ese problema?

Eso nos pasa en todo Chile. O sea, esto es un fenómeno que la primera causa es que los chilenos están cansados y hastiados de 11 elecciones en los últimos dos años. Ahí ha sido mucho el escenario, el calendario electoral ha estado marcado por constituyentes, alcaldes, parlamentarios, presidentes, primeras vueltas de gobernadores, segunda vuelta. O sea, hemos tenido demasiadas elecciones, lo que hace que obviamente los chilenos ya empiecen a mirar con más distancia los procesos electorales. Y eso tiene un peligro, porque la apatía, el pesimismo respecto a los procesos electorales, termina mermando la democracia, como forma de gobierno que, a pesar de que, como decía Winston Churchill, es un pésimo sistema de gobierno la democracia, pero no hay ninguno mejor.

-¿Eso qué significa para usted?

Todos los sistemas de gobierno alternativos a la democracia, ya sea de regímenes autoritarios o de otro tipo populista, terminan siendo peores. La apatía y el pesimismo son el mejor aliado del populismo y de las posiciones extremas, de posiciones que en las dos caras de esta moneda que te decía yo, que ya sea desde la derecha, porque no quieren hacer ningún cambio, o desde la extrema izquierda, porque quieren retroceder dos pasos hoy día para avanzar tres más en dos o tres años más, cuando los vientos soplen a favor. Pueden ser muy negativos para el futuro de Chile. Nosotros estamos pensando que desde los principios que son identitarios de la UDI, que es el valor de la libertad, el poner al Estado al servicio de las personas y no al revés, tener la capacidad de entender de que los chilenos son libres de elegir si sus derechos sociales son provistos por lo público o por lo privado y que hay una sujeción y tiene que haber una autonomía de los cuerpos intermedios para proveer derechos sociales, nos parece que son principios fundamentales que esperamos que se hayan plasmado en la futura Constitución para responder a las necesidades del Chile del siglo XXI, que tiene todo esto a otros temas.

-¿Considera que los políticos han logrado revertir este negativismo hacia la clase política, marcado desde octubre de 2019?

Creo que sigue siendo latente y esa es la irresponsabilidad que tienen aquellos que pretenden mantener el statu quo para que esto vuelva a explotar de nuevo, quizás en tres años más, con más fuerza y no haber cerrado los ciclos vitales de un país que tiene que tener reglas del juego, un país que no tiene su estructura institucional resuelta, no invierte, nadie confía en este país, la gente termina…

-¿Quiénes no quieren superar esa valla?

Una moneda que tiene dos extremos. No sé si leyeron el fin de semana pasado la entrevista al gobernador regional de Valparaíso, que dice que este proceso es ilegítimo, que está demasiado resguardado, es lo mismo que piensa el alcalde Daniel Jadue. Y desde el extremo derecho también hay personas que piensan que este proceso constitucional hay que intervenirlo de adentro para hacerlo fracasar. No estuvieron dispuestos a firmar un acuerdo por darle continuidad al proceso. Tengo fe de que nuestros convencionales constituyentes, tratando convocación de diálogo, pero defendiendo ideas, al interior del Consejo Constitucional, van a ser capaces de cerrar este ciclo para que, ojalá, con otras fuerzas políticas con las que quizás no se tiene comunión total de ideas, sean capaces de cerrar el ciclo constitucional pensando en los próximos 50 años de Chile.