El jefe municipal Jorge Roa se refirió a las medidas de prevención que se están llevando a cabo en la comuna producto de la detección del virus, que afecta a una de las avícolas del sector.
La orden de sacrificio de 53 mil aves. Ese fue el hito que resumió la primera sensación y preocupación al confirmarse la presencia de Gripe Aviar en Florida.
De ahí que distintos estamentos públicos comenzaron planes de acción para intentar revertir o bien contener el avance de la enfermedad, que como precedente reciente a nivel nacional , tenía el sacrificio de 40 mil ejemplares en la Región del O´Higgins.
Reuniones, charlas informativas, etc. Es por estas vías donde, hasta ahora, se aborda el problema a nivel comunal, más allá de la presencia técnica de la autoridad sanitaria y del Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
Jorge Roa, alcalde de Florida lo resume así: “justo viene a coincidir con el proceso de reconstrucción de viviendas tras los incendios. Pero es algo que vamos a enfrentar”.
El jefe comunal se reunió este lunes con personal de la Seremi de Salud y del SAG, además de 40 dirigentes de Juntas de Vecinos. La idea, explica , es que estos actores tomen un rol relevante en la bajada de información. Una que trata, principalmente, de la prevención y procedimientos para enfrentar el virus.
El tema toma mucha más relevancia, advierte, dado las características de la ciudad que dirige.
“Según el último Censo, entre el 67% al 70% de nuestra población vive en el sector rural y en cada una de estas casas existe un gallinero”, resaltó Roa.
“Estamos recabando mucha información. Estamos canalizando todo esto desde la entrega de trípticos hasta videos sobre protocolo a través de redes sociales”, explica.
Roa es claro ante lo que ocurre. Le preocupa también el efecto colateral tras la orden de sacrificio de aves desde una de las tres avícolas que funcionan en Florida.
“Es lamentable. Acá estamos hablando de trabajo y producción, puestos de empleos”.
El jefe comunal dice que hasta ahora como municipio no tienen mayores facultades para monitorear o intervenir en las grandes avícolas en un eventual caso donde no se respeten las medidas de cuidado.
Por eso, pide expresamente, que la comunidad extreme las medidas de cuidado.
Mirta Guajardo, vecina del sector San Sebastián dijo que “estamos preocupados. Quedé sin gallinas al tener que venderlas. Vendía muchos huevos y no sé cuánto tiempo va a durar todo esto para después volver a comprar”.
Algo parecido vive Juan Castillo. Oriundo del sector El Álamo, contó que “hasta ahora no he tenido animales enfermos. La gente se alarma pero con este tipo de información creo que esto debería pasar “.